Ariel Rodríguez, Profesional sección EPP del ISP
“Los materiales de calzado actual sobrepasan la normativas nacionales” | | | | |  | | ¿Cuál fue la problemática que detectaron?
Nos dimos cuenta de que las normativas actuales referidas a calzado de seguridad (NCh 772/1, 772/2; NCh 1350, 1351/2; NCh 2147/1, 2147/2, 2147/3), no se adecúan a los calzados que se comercializan actualmente en el país, tanto en los tipos de riesgo a los que responden (materiales más sofisticados), como en las certificaciones con las que entran al país en el caso de los productos importados. Nos encontramos, por ejemplo, que sólo dos tipos se certifican en el país: el calzado de seguridad de uso general y el calzado aislante de electricidad para tensiones inferiores a 600V.
Asimismo, la norma establece solamente criterios operacionales para referirse a los modelos de certificación, sin establecer criterios de higiene y seguridad, para discernir cuándo -o para qué tipo de productos- se debe emplear uno u otro modelo de certificación. El desafío es garantizar la idoneidad de tales productos para usarlos en los lugares de trabajo.
¿Cómo ha influido la tecnología en los calzados actuales?
La tecnología es un factor muy importante, ya que actualmente el mercado ofrece calzados de seguridad fabricados con materiales con mayores prestaciones, tanto en seguridad como en confort. Esto resulta discrepante con las normas actuales que, por ejemplo, indican el cuero como material de seguridad, por lo que un calzado de material diferente no podría ser certificado en Chile, siendo que ya está casi en desuso para estos productos.
¿Qué es lo que ocurre con calzados de prestaciones no incluidas en la normativa?
En algunos casos, para aprobar la normativa chilena, los calzados se diseñan bajo los materiales exigidos en la norma (los que son certificados por Caltex y Cesmec, que cuentan con la autorización del ISP). Cuando el calzado sobrepasa la normativa nacional, se puede decir que el reglamento es inaplicable, para lo cual se trabaja homologando certificaciones extranjeras bajo el reconocimiento oficial de la certificación por Registro Voluntario de Fabricantes e Importadores.
¿Cuáles son las conclusiones de este estudio?
En primer lugar, se concluye que es necesario que la certificación de calzados de seguridad se extienda a aquellos aislantes para tensiones superiores a 600 V. Asimismo, se advierte que, dados los avances tecnológicos, es imprescindible que la NCh 772/1 reconozca nuevos materiales para calzados de seguridad. De igual modo, los calzados de seguridad contra riesgos especiales (cuyos usos previstos no tienen certificación en el país) deben ser evaluados mediante los criterios de idoneidad empleados en el Registro Voluntario de Fabricantes e Importadores de EPP.
Por último, los modelos de certificación para calzados de seguridad deben ser aplicados según la magnitud del riesgo a proteger: para calzados de uso general, se deberían usar esquemas de certificación por lote, y para calzados que protegen contra riesgos graves (químico, eléctrico, altas temperaturas, fríos extremos), esquemas de certificación que incluyan el control de la producción. | |
