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SÍNDROME DEL EDIFICIO ENFERMO
La importancia de mantener
ambientes de trabajo saludables e higiénicos
Por David González, Jefe Departamento de Higiene Industrial Mutual de Seguridad CChC.

Reconocido por la OMS, el Síndrome del Edificio Enfermo se compone de varias enfermedades originadas por la contaminación del aire en espacios cerrados. Ante ello, la higiene y orden surgen como herramientas preventivas.

En 1976, una enfermedad similar a la neumonía (posteriormente, sería identificada como legionella) afectó a 182 personas reunidas en la Convención de la Legión Americana, en un hotel en Filadelfia (Estados Unidos), en una década en la que los espacios laborales herméticos -que permitieran conservar el calor en las oficinas y reducir el consumo en calefacción- eran la moda.

Como consecuencia de este brote murieron 34 personas, situación que levantó la alerta de científicos, que detectaron que la bacteria causante de la enfermedad estaba incubada en los sistemas de ventilación del sellado edificio. El resultado: el fin de esta peligrosa tendencia y que la propia Organización Mundial de la Salud tuviera que identificar el problema como el “Síndrome del Edificio Enfermo”, es decir, el conjunto de enfermedades originadas o estimuladas por la contaminación del aire en espacios cerrados.

Este lamentable hecho fue clave para que, tanto empleadores como trabajadores, entendieran que mantener condiciones adecuadas de higiene dentro de un espacio de trabajo que, a simple vista puede parecer óptimo, es fundamental para no poner en riesgo la propia salud, con medidas que pueden ser bastante sencillas.

A grandes rasgos -y como deja en evidencia la tragedia que permitió acuñar el término-, las causantes del síndrome pueden ir desde la ventilación deficiente de un inmueble; fuentes de contaminación intramuros como la calefacción, la acumulación de humedad y desechos de preparación de comidas; las heces de roedores y aves; el hacinamiento de puestos de trabajo; y las fallas en la climatización, entre tantos otros.

Todas causas que pueden conllevar a simples molestias por una temperatura inadecuada para trabajar, hasta enfermedades respiratorias generalizadas e intoxicaciones por acumulación de gases de combustión.


¿Se puede prevenir?

Efectivamante. Al tener un origen tan reconocible -como ya vimos-, el “Síndrome del Edificio Enfermo” puede prevenirse y, de hecho, hoy es cada vez menos común, porque las mismas empresas han comprendido la importancia de ir controlando estos riesgos, junto con el resto de los factores que pueden generar enfermedades profesionales en los lugares de trabajo.

Lo anterior incluye contar con una ventilación y aseo frecuente de los lugares de trabajo, la desinfección de baños, fumigaciones periódicas, equipos de aire acondicionado con control de temperatura y en buen estado, evitar corrientes de aire frío sobre los puestos de trabajo, la preparación de alimentos en lugares habilitados para ello (con campana de extracción de vapores), el control de vectores, el manejo adecuado de residuos y evitar el uso de calefacción que produzca contaminación intramuros.

Lo mismo ocurre con la ocupación de los recintos de trabajo, la que no debe ser excesiva: muchas personas juntas en un espacio pequeño es un factor que exacerba este tipo de problema, ya que no es novedad que la transmisibilidad de enfermedades respiratorias aumenta en espacios con hacinamiento.


Empresas y trabajadores: Un rol activo

El saneamiento básico de los espacios laborales está regulado por el Decreto Supremo 594, que es un reglamento de condiciones sanitarias y ambientales básicas de los lugares de trabajo.

Pero, con todo, corresponde tanto a las empresas como los trabajadores jugar un papel activo previniendo la ocurrencia de este síndrome, que puede afectar mayormente a los edificios de oficinas y centros de salud.

Por su parte, las empresas deben adquirir responsabilidad, haciéndose cargo de mantener ambientes saludables e higiénicamente controlados, dando un adecuado cumplimiento a los factores de ventilación, sanitización, climatización, manejo de residuos y cumpliendo con los estándares de carga (10m²/persona, de acuerdo a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones).

Asimismo, los trabajadores debieran preocuparse de mantener una conducta responsable con su propia salud y la de sus colegas, sobre todo durante el invierno, cuando las enfermedades respiratorias aumentan. Esto es toser cubriéndose con la parte interna del codo, realizar un lavado frecuente de manos, manejar correctamente sus los propios residuos, y mantener el orden y aseo del puesto de trabajo.

Agosto 2013
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Comentarios acerca de este artículo
jhonatan leal Express de santiago uno (25/09/2017)

estimados

me gustaría saber si en Chile se a catalogado algún edifico con este síndrome, ya que la información que se presenta es de USA, o de España, inclusive de Colombia, pero tenemos algo registrado en Chile?

quedo atento a sus comentarios

saludos

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