Gregorio Lombardo, Presidente de la ANEIP, España “Un sistema de protección colectiva se traduce en una mayor productividad”

Los elementos que protegen ante los riesgos laborales tienen también una arista colectiva, en la que las medidas de prevención se traducen en mecanismos que entreguen seguridad a un conjunto de personas. Para conocer los beneficios de contar con medidas de este tipo, conversamos con Gregorio Lombardo, Presidente de la Asociación Nacional de Entidades para la Implantación de la Prevención (ANEIP, España).

¿Qué es la protección colectiva? Se puede definir como elementos de seguridad que protegen a la vez a varios trabajadores, sin necesidad de que ellos realicen algún tipo de operación; se pueden considerar como ejemplos barandas, andamios o barreras de protección acústica, los que entregarán seguridad al grupo de trabajadores de una faena determinada. En este sentido, no es recomendable dejar totalmente la seguridad de un trabajador en manos de una protección individual, pues el hacerlo se traduce, en la práctica, en muchos accidentes. Ante un peligro potencial, no basta con dar un EPP al operario, sino que se debe evitar ese riesgo con una medida que proteja al conjunto de la población expuesta. Con la utilización de estos sistemas, el dueño o contratista se hacen responsables de la seguridad de los trabajadores. ¿Qué beneficios conlleva emplear protecciones colectivas? Si hacemos un paralelo con las protecciones individuales, se evita el principal problema de éstas: ser incómodas y dificultar la movilidad y ejecución de las tareas. Además, se entrega un resguardo en caso de que el trabajador se descuide y no considere ponerse sus elementos de protección personal. Por ejemplo, cuando un constructor trabaja por metros cuadrados construidos, como es el caso de la construcción con ladrillos, va a querer a hacerlo lo más rápido posible y tenderá a descuidar su protección individual. En cambio, un sistema de protección colectiva permite usar menos protección individual y trabajar en un entorno protegido, lo que se traduce en una mayor productividad. ¿Para qué lugares se recomiendan? En la industria de la Construcción son métodos que se usan con mayor frecuencia, aunque su versatilidad los hace apropiados para otras esferas del sector industrial, respondiendo a paradas técnicas de mantenimiento o cambios de maquinaria. Además, estas protecciones pueden ser permanentes en casos donde se deban hacer mantenimientos, como en ciertos edificios, en cubiertas de azoteas o terrazas, donde líneas de vida o barandillas son esenciales. Sólo en los casos en que la protección colectiva sea imposible, porque interfiere con la producción de la obra, lo dejaremos todo a la individual. Estos conceptos deben ser complementarios. ¿Qué sabe sobre la utilización de protección colectiva en Chile? No tengo conocimiento en temas específicos sobre su utilización. Sí he podido enterarme de que en Chile existen soluciones de seguridad muy específicas y que les han dado buenos resultados. La idea, a través de instancias como la de este seminario, es conocer experiencias y realizar un intercambio de ideas que nos sirvan en ambas direcciones. Ejemplos de protección colectiva • Barandillas, pasarelas y escaleras. • Andamios y redes antiácidas. • Sistemas de ventilación. • Barreras de protección acústicas. • Vallado perimetral de zonas de trabajo. • Marquesinas contra caída de objetos. • Extintores de incendios. • Medios húmedos en ambientes polvorientos. • Carcasa de protección de motores o piezas en continuo movimiento. • Barreras de protección térmicas en centros de trabajo. • Extracciones localizadas de contaminantes. Gregorio Lombardo visitó el país en el marco de la “Jornada técnica sobre la experiencia europea en sistema de protección colectiva”, organizada por la Cámara Oficial Española de Comercio de Chile.