Reynaldo Concha Jefe del Departamento de Salud Ocupacional de IS “La Lipoatrofia aparece de manera casi epidémica en los puestos de trabajo”

La comunidad científica aún no ha logrado definir las causas que están detrás de la Lipoatrofia Semicircular, enfermedad que se presenta como una depresión en la zona anterior de los muslos. Sin embargo las últimas investigaciones señalan a los microtraumas, ambientes de trabajo con baja humedad y la presencia de campos eléctricos como factores comunes entre los casos diagnosticados. Recientemente el Instituto de Salud Pública (ISP) lanzó una alerta sobre esta patología. Conversamos con el Dr. Reynaldo Concha, Jefe del Departamento de Salud Ocupacional de ISP, sobre por qué se debería considerar como una enfermedad ocupacional.

¿Qué es la Lipoatrofia Semicircular? Podríamos definirla como una disminución del tejido graso producto de procesos celulares, lo que genera que se observe en la piel una depresión o socavamiento, que se puede extender por largo plazo. En este sentido, es necesario separar dos tipos de Lipoatrofia: Una, descrita hace mucho más tiempo y que es mucho más frecuente, derivada de tratamientos médicos, como los subcutáneos; y la asociada a los lugares del trabajo, que es una patología dependiente de un estímulo que aún no está claro. De acuerdo a los casos analizados se pueden ver tres factores comunes que inciden en su aparición: los microtraumas (presión y fricción repetitiva de tejidos), que van generando esta destrucción del tejido graso; el segundo son los campos o corrientes eléctricas; mientras que el tercero es la humedad ambiental baja, relacionada especialmente con edificios nuevos o de reciente remodelación. ¿Qué síntomas tiene esta enfermedad? En general, la lesión es bastante asintomática. En la mayor parte de los casos, se indica que no hay mayores problemas, salvo que en algunas personas puede causar picazón y leves dolores. Ahora bien, la problemática es, más que una invalidez producto de la lesión, su aparición de manera casi epidémica, la que se repite en un grupo laboral, y que si no hay remediación de los signos, el daño continua y no sabemos -porque aún no hay nada escrito- cómo esas lesiones continuarán evolucionando. No existe tratamiento de la lesión propiamente tal, aunque si se aíslan los factores la lesión tiende a disminuir de forma paulatina. Uno de los factores que incidirían es la poca humedad de los ambientes, lo que se asocia a construcciones nuevas o remodeladas. ¿Por qué debería ser considerada como una enfermedad ocupacional? Por varias razones. Cuando realizamos un análisis de casos ocurridos en el país, y aplicamos criterios de causalidad para evaluar si existía o no la asociación con el trabajo, nos dimos cuenta de que no había casos fuera del lugar de trabajo; también quienes presentaron la enfermedad se desempeñaban en un puesto determinado. No se han detectado industrias específicas, sino que las posibilidades son mayores donde se dan las condiciones mencionadas. En Chile, el Decreto 109 contiene todas las enfermedades laborales, pero este listado no es exhaustivo ni taxativo, lo que deja abierta la posibilidad de que si se prueba la relación causa-efecto entre un lugar de trabajo y una condición, pueda incorporar la Lipoatrofia como enfermedad ocupacional. ¿Qué otros factores se han detectado? Otro elemento que aparece en el estudio de los casos detectados, está relacionado a las superficies de contacto, en donde los bordes más angulosos se asocian a una mayor aparición, lo que se explicaría por la mayor facilidad de conducción de descargas eléctricas en este tipo de superficies. Con la disminución del tejido graso se observa en la piel una depresión o socavamiento, que se puede extender por largo plazo. De acuerdo a nuestros antecedentes, las corrientes eléctricas pueden ser una de las razones más fuertes. Esto se observa a través de un trabajo experimental donde se hace pasar corriente en tejido adiposo y se observa la aparición de macrófagos y una serie de otros elementos que están relacionados con el proceso inflamatorio y la atrofia, pero no son trabajos concluyentes. Estas corrientes eléctricas pueden provenir de la estática, la que normalmente se disipa a la humedad del aire, por lo que las condiciones de la humedad baja serían muy coherentes con la explicación del tema. ¿Existen puestos de trabajo con mayor propensión a la enfermedad? En los casos descritos tanto a nivel nacional como internacional, no se asocia a ningún puesto específico, aunque sí se relaciona con las tres condiciones ambientales descritas. Por ejemplo, en Europa, algunos casos aparecieron en distintos puestos de trabajo de un mismo inmueble, lo que se debería a que el edificio completo tenía, al parecer, estas tres condiciones. En este sentido, y a pesar que se conocen casos desde 1974, su causalidad ha resultado hasta ahora difícil de establecer. ¿De qué forma se podría prevenir la aparición de más casos? Una forma de prevenir sería tomar conciencia de los factores que inciden en la aparición de la enfermedad y mantenerlos controlados. De esta forma, se recomienda revisiones periódicas de la humedad ambiental de los lugares de trabajo, instalaciones eléctricas en buen estado, y quizás la utilización de pisos que no generen estática y disipen la energía. Hasta el momento, en la materia se deben realizar pruebas de ensayos y error que aíslen los factores.