Dr. Reynaldo Concha, Jefe del Departamento de Salud Ocupacional del ISP “La exposición al sílice afecta a diferentes industrias”

La silicosis tiene su origen en la prolongada exposición a las partículas de sílice, ocasionando daños irreparables a la salud de trabajadores de diversas industrias del país. Por esta razón, el Gobierno -a través de los Ministerios de Salud y del Trabajo- ha impulsado el Plan Nacional para la Erradicación de la Silicosis (Planesi), incentivando a las empresas a adoptar medidas de Seguridad y Prevención. Sobre esta iniciativa, que tiene una de sus bases en un estudio realizado por el Instituto de Salud Pública (ISP), conversamos con el Dr. Reynaldo Concha, Jefe del Departamento de Salud Ocupacional del ISP.

¿Cuáles fueron los principales hallazgos de este estudio? Uno de los principales hallazgos de este estudio, desarrollado por el Departamento de Salud Ocupacional del ISP, fue demostrar a la comunidad que este problema no sólo afecta a la minería -como frecuentemente se creía-, sino que a diversos sectores industriales. Por ejemplo, en el sector de Construcción se descubrió que el corte de ladrillo, el corte y perforación de concreto y el pulido a través del uso de arena son algunas de las actividades que concentran los mayores índices de silicosis. En otros ámbitos, podemos mencionar a laboratoristas dentales que utilizan chorros de arena para pulir prótesis, los trabajadores que fabrican vidrios empavonados con chorro de arena, o las personas que realizan desgaste de jeans. ¿Qué acciones concretas se generaron con el estudio? Entre otras disposiciones, se estimó que se debía reestructurar la vigilancia realizada por los organismos administradores en relación al tema, aumentando su cobertura, estandarizando los protocolos de supervisión y mejorando la calidad de los diagnósticos, tanto en la parte ambiental como médica, como base para una buena gestión del riesgo. En lo ambiental, estas revisiones se deben efectuar en los lugares de trabajo donde exista este material para medir la cantidad a la que se exponen los trabajadores, con el fin de mantener los niveles de la sustancia dentro de los límites permitidos. La vigilancia médica, en tanto, está destinada a observar ciertas características que van apareciendo en la población laboral y que pueden alertar sobre una posible manifestación de la enfermedad. También, como ISP, estamos trabajando en un perfil de riesgos de exposición a sílice en trabajos claves dentro de la Construcción, lo que permitirá tener un mapa del riesgo en este tipo de faenas. ¿Hacia qué focos se dirigieron los esfuerzos en la campaña 2012? En la campaña de 2012, el énfasis estuvo puesto en incentivar la mejora de las estadísticas, a través de los procesos de vigilancia, donde las mutuales juegan un importante rol. En conjunto con otros organismos, éstas deben entregar datos de los rubros y empresas que presenten riesgo. La vigilancia de las mutuales se debe realizar en base a un estándar de control que estipule cómo efectuar el seguimiento, tanto del ambiente y de las personas, protocolo que fue confeccionado y comunicado hace dos años desde el Ministerio de Salud. Este año se está trabajando en ese levantamiento de información y todavía quedan algunas áreas importantes que deben ser estudiadas. ¿De qué manera se difundió esta campaña en las empresas? La campaña se propagó a través de las Mesas Regionales de Erradicación de la Silicosis, las que periódicamente se celebran para gestionar las medidas comprendidas en el Planesi al 2030, liderado por el Gobierno. En ellas, se reúnen representantes de organismos públicos, empresas privadas y mutuales. La Seremi de Salud ha convocado al ISP a participar en diferentes actividades, donde nuestra institución se ha encargado de preparar a personas que trabajan en las áreas de seguridad, como también de capacitar a monitores, es decir, trabajadores de las mismas empresas que no necesariamente pertenecen al área de seguridad. ¿Cómo ha sido la respuesta de las empresas? Ha sido heterogénea. Hay empresas que lo han tomado muy bien, colaborando y mostrándose llanas a poder avanzar en esta tarea de prevención; así como también hay otras en las que este tema no se asume con compromiso, porque aún no entienden lo que significa esta enfermedad o simplemente no le prestan la importancia requerida al tema. ¿Cuál es la evaluación que realizan de la campaña? Aún no hemos realizado la evaluación final de la campaña de este año, y continuamos en pleno proceso de desarrollo de nuevas directrices en las mesas de trabajo. Sin embargo, realizando un diagnóstico generalizado, creo que hemos avanzado, ya que abrimos la visión de que existen, además de la minería, otros sectores que también están en riesgo de exposición. Además, se han aumentado la aplicación de planes de vigilancia, incluyendo rubros que hace unos años eran desconocidos como potenciales de riesgo. De igual modo, avanzamos desde no tener datos en la materia, a elaborar una base de datos conformada con registros de cuáles son los lugares de trabajo expuestos, cuáles son los niveles que están apareciendo y cuántos trabajadores estarían expuestos. Toda esta información nos ayudará a ir modelando el sistema ajustado al plan de erradicación propuesto para 2030. Silicosis, enfermedad de difícil detección La silicosis es una enfermedad producida por la inhalación prolongada de partículas de sílice, las que se depositan en los pulmones formándose tejidos de cicatrización, lo que disminuye la capacidad de extraer oxígeno. De acuerdo al Dr. Concha, su diagnóstico es difícil, ya que la enfermedad se puede manifestar hasta 20 ó 30 años después que el individuo haya estado expuesto a la sílice. Además, su sintomatología no es muy diferente a la de otras enfermedades respiratorias.