CORIORRETINOPATÍA SEROSA CENTRAL El stress también afecta la visión

Por Dr. Michel Mehech Hirane, Presidente Sociedad Chilena de Retina. www.mehech.cl

La Coriorretinopatía Serosa Central (CSC) es una patología que se caracteriza por una alteración focal de la retina central, o mácula, y se produce como consecuencia de una ruptura de la barrera hematorretiniana posterior, produciendo un exudado seroso macular que desprende la retina y produce disminución de la visión.

Su etiopatogenia no está completamente aclarada, aunque se ha asociado con personas sometidas a situaciones de stress. El agitado estilo de vida occidental (y que refleja muy bien el actual ritmo de vida de los chilenos) es una de las condiciones que favorecen y explican el aumento en la prevalencia de esta enfermedad en Chile. La CSC se presenta principalmente en individuos jóvenes, de sexo masculino, entre 20 y 50 años, muy activos, “nerviosos” y con personalidad tipo A. En el 30% de los pacientes, el cuadro es bilateral. En la mayoría de los pacientes, los síntomas son tan característicos que el diagnóstico podría realizarse simplemente por la historia clínica. Los pacientes se quejan de visión borrosa, que mejora con corrección hipermetrópica, presencia de un escotoma central (o mancha central en la visión) positivo, que se corresponde con la zona del desprendimiento, metamorfopsias (visión deformada de los objetos) y alteración en la visión cromática. El diagnóstico se puede confirmar mediante examen con lámpara de hendidura, visualizando el desprendimiento (aunque en ocasiones, esto no es posible), pero el mejor método que existe actualmente es la Tomografía de Coherencia Optica (OCT), en conjunto con una Angiografía Retinal con Fluoresceína (AFG) y Verde de Indocianina (ICG). Con esta técnica, se puede realizar una cuasi biopsia clínica de la retina, identificando la zona de desprendimiento retinal y luego permitiendo observar aspectos importantes de la resolución y mejoría de esta entidad. Factores Predisponentes • Personalidad Tipo A • Sujetos nerviosos y muy estresados • Enfermedad de Cushing • Embarazo • Terapia con corticoides • Trasplante de órganos • Enfermedad renal terminal • Emétropes o ligeramente hipermétropes • Predisposición racial: Formas más severas en    asiáticos y latinos Síntomas   • Puede ser asintomático • Baja cuantitativa o cualitativa de visión: Visión    borrosa • Metamorfopsia • Micropsia • Cromatopsia • Escotoma central   Disminución sensibilidad de    contraste • Hipermetropización Tratamiento de esta Enfermedad • Muy relacionada al stress:  Se recomienda a los pacientes bajar la carga de actividad durante la jornada y justificaría en algunos casos la entrega de una Licencia Médica, para lograr reposo mental y porque muchas veces la visión es insuficiente para una lecto-escritura normal. • Autolimitada: De resolución y mejoría espontánea en 90% de los casos, nunca se propone tratamiento antes de los primeros 4-6 meses de enfermedad. La agudeza visual se recupera casi en su totalidad, quedando sólo algunas alteraciones cualitativas en la sensibilidad a los contrastes, visión de colores, etc., en relación con las alteraciones del epitelio pigmentado. • Cuando el foco de la lesión es extra-macular, se puede llevar a cabo un tratamiento con láser focal. Esto reduce el tiempo de enfermedad y disminuye la frecuencia de recurrencias. Lamentablemente, sólo un 10% de los casos se puede tratar con láser focal térmico. • En los casos que se prolongan por más de 4 a 6 meses y/o crónicos, se sugiere un tratamiento más complejo y oneroso, llamado Terapia Fotodinámica. Este consiste en la inyección de un fármaco fotosensible a nivel endovenoso, que posteriormente se activa a nivel de la retina aplicando un láser especial sobre la zona a tratar. • Si ninguno de los tratamientos descritos funcionan, existen algunos estudios y publicaciones que sugieren la colocación dentro del ojo de un antiangiogénico (inyecciones intravítreas) de Ranibizumab o Bevacizumab. ¿Pasar muchas horas frente a la TV o al computador es dañino para la vista? Es creencia popular el pensar que si nos acercamos mucho a una pantalla o monitor, o si la observamos con mucha o poca luminosidad, sufriremos algún daño o enfermedad visual, lo cual no es efectivo. El uso exagerado de los monitores genera cansancio o sequedad visual transitoria, pero no una alteración real, del mismo modo que el exceso de video-juegos puede alterar el normal y equilibrado desarrollo de un niño, pero no producir una enfermedad oftalmológica.