En Aprimin, ¿cuál es el foco respecto de la Seguridad en minería?
En Aprimin, nuestro foco ha sido generar acciones para promover la seguridad y productividad en la gestión de las empresas proveedoras de la minería, y hemos puesto el énfasis en hacer que los ingresos de las personas y los equipos a las faenas mineras se agilicen a través de procesos estandarizados de acreditación y credencialización.

Para ello, Aprimin creó una Comisión de Homologación, que trabaja para lograr una definición y estándares comunes en la Industria Minera para temas claves de seguridad y salud laboral, y cuya labor específica se ha enfocado en homologar tres aspectos: un curso de inducción general básica en seguridad minera, los requisitos para vehículos livianos (camionetas) y las evaluaciones médicas para el personal que ingresa a faenas mineas.

Actualmente, ¿cada empresa minera tiene sus propios protocolos de ingreso?
Así es. Cada minera tiene sus propios protocolos y estándares con exigencias distintas, por lo que el personal de las empresas proveedoras debe acreditarse cada vez que hace ingreso a diferentes faenas, lo que resulta en procesos ineficientes que pueden tardar mucho tiempo.

Como Aprimin, lo que hemos propuesto, entre otros temas, es que exista un único curso de inducción básico en seguridad -con duración y contenidos definidos-¸ que sea requisito para las personas que entran a faenas mineras. Una vez aprobado, las personas obtienen un certificado con una vigencia de cuatro años que les permite ingresar de manera expedita a distintas faenas, lo que sería un estándar para la industria.

¿Ya lo han implementado en algunas mineras?
Hemos tenido buena recepción con Codelco, Anglo American, Antofagasta Minerals, Collahuasi y recientemente con SQM, con las cuales hemos firmado acuerdos de homologación de estándares en los tres temas mencionados, los que, en primera instancia, solo tienen validez en las faenas pertenecientes a cada minera en forma independiente. En la práctica, las personas con acreditación para Codelco, pueden acceder a cualquier faena de Codelco; no obstante, esa acreditación no les permite ingresar, por ejemplo, a las faenas de Antofagasta Minerals, donde existe otra acreditación que es válida solamente para las faenas de Antofagasta Minerals.

Cabe destacar que todas las empresas con la que hemos firmado acuerdos de homologación están en el proceso de implementar sus sistemas de acreditación corporativos tomando como referencia los contenidos de estos acuerdos.

Esto nos ha dado ya los primeros resultados; puedo mencionar los avances en Codelco, que a la fecha tiene más de 1.000 contratos acreditados, más de 30.000 personas acreditadas y 10.000 licencias internas de conducción, con un promedio de 1.500 pases de visita mensuales. Lo mismo puedo decir de Antofagasta Minerals, que tiene cerca de 40.000 personas acreditadas en todas sus faenas. La clave en ambos casos ha sido la implementación de sistemas integrados de acreditación, credencialización y control de acceso y la administración de bases de datos centralizadas.

La importancia de implementar estos acuerdos de homologación es que en todos los casos resulta en beneficios compartidos tanto para las empresas mineras como para sus proveedores, logrando una reducción significativa en los tiempos y costos de acreditación, además de una serie de ventajas administrativas como simplificar el proceso de acreditación, consultas en línea, alertas y notificaciones, seguimiento en vivo de cantidad de personas en faena y análisis estadísticos a nivel de empresas, divisiones y corporación.

¿Cuál es el siguiente paso en esta tarea?
Nuestro plan es seguir ampliando el trabajo con otras empresas del sector, con miras a lograr finalmente un acuerdo marco entre Aprimin y las mineras, de tal manera que exista un protocolo único de acreditación, con una sola credencial que, en la medida que se mantenga vigente, permita el ingreso a diferentes faenas mineras.

Esta propuesta de Aprimin ha sido acogida en el informe que elaboró la Comisión Nacional de Productividad sobre Productividad en la Gran Minería del Cobre del año 2017, el que incluye entre sus propuestas de mejoramiento de la productividad la Recomendación 10.4: “Implementar un Pasaporte Minero que otorgue movilidad en el corto plazo a los trabajadores de empresas mineras y contratistas”; en otras palabras, lograr establecer en la industria nacional un estándar común para todas las operaciones mineras.

¿Han llevado este planteamiento a las autoridades?
Sí, hemos tenido un trabajo permanente de colaboración con Sernageomin desde marzo de 2011 (fecha en que se creó la comisión de homologación). Nuestro primer planteamiento fue que Sernageomin estableciera un curso mandatorio para la industria minera, que tuviera duración, contenido y evaluaciones requeridas, y que fuera dictado por instituciones certificadas y que, en definitiva, fuera Sernageomin quien actuara como regulador del proceso.

En 2014 tuvimos los primeros resultados con la dictación del Decreto Supremo N° 99 referente al tema; no obstante, este decreto en la práctica no ha operado. Dada esta situación, desde fines de 2017 hasta marzo de este año, participamos en una serie de reuniones de trabajo con representantes del Consejo Minero, Sernageomin, Sonami, Codelco y el Ministerio de Minería para proponer y redactar las modificaciones en los artículos del DS-99 para hacerlo operativo. Ese trabajo está terminado y debería ser entregado a las nuevas autoridades del Ministerio de Minería para que sea revisado, y estamos muy confiados en que pueda llegar a ser una normativa nacional.

¿Cuáles son las tareas para este año en la materia?
Estamos sosteniendo reuniones periódicas con las empresas con las que hemos firmado acuerdos de homologación para saber cómo lo han ido implementando e ir conociendo algunas diferencias en los protocolos de cada una, para generar estándares comunes. Un segundo foco es lograr acuerdo con otras empresas mineras este año para sumarlas a este modelo. Además, estaremos pendientes de las revisiones que haga el Ministerio de Minería respecto de las modificaciones propuestas al Decreto Supremo N° 99 para que finalmente se haga efectivo.

Asimismo, en un trabajo a más largo plazo, esperamos abordar otras materias, como lo referente a homologar el proceso de carpeta y reunión de arranque de proyectos, en donde también podríamos generar estándares comunes que hagan más expedita la acreditación de las empresas proveedoras y su personal.