Famosa es la frase de que “la recompensa de hacer un trabajo bien hecho es hacer más trabajo bien hecho”. Es decir, mientras más éxito se tiene en el trabajo, las probabilidades de que llegue más trabajo, o de que se asuman mayores responsabilidades se incrementan. Esto hace aumentar nuestra carga laboral, lo que en sí mismo no es necesariamente algo negativo. Si es que la labor que se realiza todos los días es algo estimulante, bien remunerado y que no es monótono, la sonrisa estará en el rostro de estas personas, pese a un posible exceso de trabajo. El problema surge cuando, al despertar en la mañana, la persona amanece cansada y con una sensación de impotencia por tener que volver a trabajar en labores que parecen interminables, bajo constantes episodios de estrés, y todo en un ambiente absolutamente despersonalizado.

El síndrome Burnout o “de Quemarse en el Trabajo”, es un posible efecto de la exposición por largos períodos de tiempo a un escenario laboral similar al descrito anteriormente. Los trabajadores comienzan a sentirse desvalorados en sus labores, no se sienten realizados en lo que hacen día a día y carecen también de estimulaciones positivas de sus empleadores. Esto se traduce en un intenso agotamiento emocional, que podría generar problemas a nivel productivo, desde los más pequeños a los más grandes: enfrascarse en discusiones con compañeros sin motivos aparentes; comenzar a faltar al trabajo; e incluso cometer errores garrafales al conducir una determinada maquinaria, por ejemplo, acto que podría conllevar consecuencias fatales. En suma, el trabajador con burnout se siente “fundido”, sin energías, y con poca capacidad para enfrentar la situación que lo aqueja.

Lamentablemente, muchas veces, estos ambientes dañinos que podrían hacer aparecer el síndrome Burnout no se crean espontáneamente. Hay ciertos rubros o industrias que, debido a sus situaciones particulares y condiciones inherentes al trabajo (relacionadas al tipo de trabajo, de función, o ejecución de una determinada tarea), son más propensos que otros a la aparición del Burnout. Nos referimos a trabajos en la industria de los servicios, tales como teleoperadores, farmacéuticos, docentes, y hasta el personal de las Fuerzas Armadas.

Ahora bien, existe una conciencia creciente en todo el mundo acerca de la importancia de estos riesgos, en la medida que se ha observado que la salud de los trabajadores no solo se puede afectar por riesgos materiales, sino que también por los aspectos sociales del trabajo. Por lo mismo, existe en Chile un “Protocolo de Vigilancia de Riesgos Psicosociales en el Trabajo” puesto a disposición por la SUSESO, que tiene un cuestionario que cualquier interesado podría seguir para evaluar sus riesgos psicosociales.