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Cómo planificar la mejora continua en seguridad laboral
Por Enrique Calderón, profesor del Departamento de Construcción y Prevención de Riesgos de USM. / enrique.calderon@usm.cl
La mejora continua es una práctica de la que se ha hablado desde hace mucho, pero que hoy en día toma mayor importancia, dadas las normas internacionales para gestión de seguridad que la incluyen y los beneficios que han obtenido las empresas que la han adoptado.

Alo largo de los años han surgido innumerables cambios en las filosofías de la gestión organizacional, siendo el principio de la mejora continua uno de los más resaltantes, difundido y utilizado en el área de Calidad, Medioambiente y Salud Ocupacional. En estos ámbitos, cabe destacarse a Juran y Godfrey, al considerar que “la mejora continua es crecientemente necesaria para la supervivencia económica en la economía global y se está convirtiendo en una meta perseguida extensamente”.

La mejora continua es una parte fundamental de las diferentes normas de gestión reconocidas en el mundo, tal como se puede apreciar en la nueva ISO 45001:2018, que ha venido a tomar el lugar de la ya clásica OHSAS 18001:2007, para así ajustar más aún su sistema de gestión de seguridad laboral, a las ya existentes versiones de ISO 9001 y 14001 del año 2015.

La mejora continua (o simplemente “mejora”, como se conoce hoy en el ámbito de la gestión), corresponde al orden de ideas del ciclo “Planificar-Hacer-Verificar-Actuar” (PHVA), desarrollado por Walter Shewhart en 1920, y posteriormente llevado y popularizado en Japón por Williams Edwards Deming, que ha recorrido el mundo como símbolo indiscutible de la mejora continua. El “Ciclo de Deming” (como también se conoce) se caracteriza por ser dinámico, flexible y puede ser aplicado a cada uno de los procesos y las etapas de planificación, implementación, control y mejora de los procesos de gestión interna de las organizaciones.

Es reconocido que la atención constante a las condiciones de trabajo para convertirlas en agradables y confortables, es una premisa que contribuye a conformar el escenario para que el hombre pueda trabajar de forma más segura y eficiente, y constituye uno de los elementos fundamentales para la satisfacción laboral. En esa perspectiva, la organización debe tomar acción sobre las condiciones de seguridad (prevención de accidentes), higié- nicas (prevención de enfermedades), ergonó- micas (adaptación del diseño al ser humano), estéticas (distribución espacial y visual) y de bienestar (servicios y beneficios complementarios).


Ciclo de Deming

Para lograr cumplir con estas expectativas autoimpuestas es necesario aplicar el ciclo de Deming, por lo que el primer paso a cumplir es el de “Planificar” las acciones a ejecutar, resguardando al momento de evaluar dicho plan que este cumpla con las expectativas de viabilidad, aceptabilidad y resultados, a fin de permitir detectar disfunciones, errores, acciones y tareas poco efectivas o no aceptadas por los trabajadores, etc. Todo ello ayudará a mejorar el programa actual y a justificar su mantenimiento o ampliación. Esta tarea no tiene por qué ser difícil, y en ocasiones bastará con:

Establecer si se han conseguido los objetivos marcados.

Recibir comentarios y sugerencias por parte de los trabajadores.

Evaluar el nivel de participación en las acciones programadas.

Ajustar el programa en función de lo anterior.

Actualizar y reajustar los recursos necesarios.


Para llevar a cabo las actuaciones que integran este plan de prevención, el empresario debe mostrar un liderazgo y compromiso firme con respecto a las actividades de seguridad y salud laboral en la organización. A fin de adoptar las decisiones necesarias para crear y mantener una gestión de la Seguridad y Salud que incluya los principales elementos de política preventiva: organización, planificación y aplicación, evaluación y acciones de mejora continua (Deming). Todo ello, con la participación de los trabajadores. Para ello, se hace necesario que la organización considere siempre algunos elementos mínimos en su planificación de la gestión en Seguridad y Salud Ocupacional:

Diseño de una política definida en materia de Seguridad y Salud.

Crear una organización preventiva para la materialización de los objetivos.

Integración de la prevención de riesgos en la empresa: plan de prevención.

Evaluación de riesgos.

Planificación y puesta en marcha de las actuaciones.

Información, formación y participación de los trabajadores.

Evaluación del buen funcionamiento del sistema.

Actuaciones de continua mejora.


El plan de prevención es el instrumento a través del que se lleva a cabo la integración de la actividad preventiva en la gestión organizacional. Este plan debe ser aprobado por la dirección de la empresa, asumido por toda la estructura organizativa y, en particular, por todos sus niveles jerárquicos, y conocido por todos sus trabajadores.

Para su ejecución, se deben considerar los instrumentos esenciales para la gestión y aplicación del plan de prevención, que podrán ser llevados a cabo por fases de forma programada. Estos son: a) La evaluación de los riesgos y b) La planificación de actuaciones.


Abril 2018
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