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Cristóbal Mena, Consultor en Gestión del Riesgo de Desastres:
“La coordinación es clave para una efectiva respuesta a emergencias”

El impacto de una emergencia puede ser reducido si se planifican las medidas a tomar frente a las diversas amenazas que enfrenta una empresa. No obstante, esta preparación requiere de la coordinación de diversos actores. Para entender la importancia de este punto y cuáles son las buenas prácticas al respecto, conversamos con Cristóbal Mena, experto en gestión del riesgo de desastres.

¿Qué importancia tiene una respuesta “coordinada” ante una emergencia?
La coordinación de los organismos pú- blicos y privados es algo básico, pues de ahí parte una correcta respuesta ante una emergencia, ya que deriva en mayor velocidad y eficiencia. Por el contrario, una coordinación deficiente puede reducir la tasa de sobrevida de los afectados e incrementar el daño.

Entonces, ¿hace falta una coordinación “estrecha” entre entidades públicas y privadas?
Sí, y es una relación que se debe fomentar. El sector privado debe entender la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) como una oportunidad para reducir el riesgo de desastres y, a su vez, coordinarse y relacionarse con entes públicos. Cuando una empresa está inserta en una comunidad no puede vivir en una burbuja y malgastar esta oportunidad, porque la interacción con la comunidad y el sector público genera una sinergia muy positiva: la compañía privada conoce muy bien de su producción, de sus riesgos y posibles consecuencias, mientras que las organizaciones públicas tienen otros conocimientos y capacidades. Estos saberes, experiencias y facultades pueden complementarse a través de una coordinación eficiente y prospectiva.

¿De quién depende el liderazgo?
Depende del enfoque. Generalmente, el que dirige estos temas es la entidad pública, pues es rol del Estado proveer seguridad a sus ciudadanos como parte del contrato social.

No obstante, esperaría un grado de humildad cuando hay expertos en la esfera privada. Un principio dentro de la gestión de emergencia sostiene que “el que sabe más del tema, es quien maneja o el que coordina las operaciones”. Por ejemplo, si hubiese una emergencia quí- mica dentro de una empresa productiva, creo que es más efectivo entregar la mayor cantidad de poder o liderazgo a la persona a cargo de la emergencia dentro de la compañía y que la autoridad pú- blica entregue apoyo en segunda línea.

¿Ve disposición de compartir conocimiento en la materia?
Hay un tema fundamental que creo se ha trabajado poco en Chile: la transparencia en compartir información relevante. A veces, se tiene la mala costumbre de porque sé algo o invertí en ese conocimiento, simplemente no lo comparto.

Ahora bien, hay ejemplos claros en el país de cómo el intercambio de información se da en un espacio de relacionamiento y coordinación previos como el programa que lideré en Metrogas. Sin embargo, aún falta perder ese temor de compartir datos y conocimiento.

¿Se debe fomentar esa interacción?
Efectivamente, pero creo que es importante destacar que hay intención de cambio y, en esa medida, también se debe acelerar el proyecto de ley que crea un Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres para generar un marco institucional acorde, no solo para responder a emergencias y desastres, sino también para reducir el riesgo de su ocurrencia, algo muy necesario en Chile. Lamentablemente, el proyecto de ley lleva seis años tramitándose en el Congreso. De todas formas, un marco legal como este es relevante porque define “las reglas del juego”: entrega la base para la coordinación e interacciones que se requieren para que la respuesta sea efectiva y eficiente. De lo contrario, continuaremos trabajando desde las voluntades, más que a partir de las responsabilidades y deberes.

En esta materia, ¿son los recursos una barrera?
Si comparamos a Chile con otros países en esta temática, se demuestra que acá hay recursos para afrontar desastres, así que creo que el problema no es el financiamiento, sino de directrices que no están claras y prioridades que no son las correctas.

Nos estamos enfocando en las respuestas, mientras que las tendencias alrededor del mundo apuntan a la reducción del riesgo. Esta última trae consigo un espacio para la coordinación real y efectiva de la que hemos hablado.

¿A qué se refiere el enfoque “multi-amenaza” que se trabaja como tendencia internacional?
El enfoque contemporáneo de gestión de emergencias, que es una subdisciplina de la Gestión de Riesgos de Desastres, es justamente un enfoque multi-amenaza. El concepto antiguo de protección civil, consideraba un plan para terremotos, uno para incendios forestales, uno para aluviones, etc. Hoy en día, lo que se usa es una estructura lo suficientemente adaptable y flexible para absorber cualquier impacto y entregar una respuesta efectiva.

Ya en la práctica -y en palabras simples-, una empresa debe hacer un levantamiento de los riesgos y enfocarse justamente en los con mayor probabilidad de ocurrencia. No obstante, la estructura general de este plan debe ser flexible para responder a una emergencia de baja probabilidad que se llegase a presentar. Lo anterior es aún más necesario en los escenarios de cambio climático que enfrentamos actualmente, donde hay mayor incertidumbre.

¿Qué recomendaciones entrega a la industria para una respuesta a emergencias?
Principalmente, deben hacer un esfuerzo en generar planes de emergencia acordes al riesgo que poseen, por lo que es esencial invertir en identificar el riesgo. Muchas veces he visto planes que parecen más una lista de deseos, ya que no se ha definido el quién, ni el cómo, lo que resulta una brecha amplia entre el papel y la puesta en práctica. Por esto, es muy importante poner énfasis en las definiciones de roles en la respuesta.

La planificación de emergencia se puede ver como un ciclo que va desde evaluar los posibles escenarios, desarrollar el plan, evaluar, generar calendarios de capacitaciones, simulaciones y entrenamientos, para así probar su efectividad. Luego, volver a analizar los posibles escenarios y continuar con esta dinámica, porque los escenarios, las personas y los procesos cambian.


Cristóbal Mena es MSc Risk, Disaster and Resilience de la University College London. Consultor en gestión del riesgo de desastres con proyectos en Asia Central, Europa y el Caribe para el Banco Mundial y otros clientes. Su trabajo se enfoca principalmente en el desarrollo de capacidades nacionales de respuesta a desastres, planes de continuidad de gobierno locales, y centros nacionales de gestión de crisis.
Marzo 2018
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