El esfuerzo ergonómico y el malestar provocado por el mismo tiene un impacto en la productividad; de ahí la importancia de su cuidado.

El ejercicio de muchas profesiones implica estar largas horas sentado frente al computador, manteniendo atención sobre la pantalla; pero esta práctica no es natural para el cuerpo, lo que conlleva consecuencias crónicas si se preserva a lo largo del tiempo. La señal de alerta más frecuente son dolores de cuello y espalda.

La lumbalgia es una dolorosa contractura de los músculos ubicados en la zona baja de la espalda, que es comúnmente diagnosticada a personas que trabajan con peso y mucho esfuerzo físico, pero también a las que su actividad laboral las obliga a permanecer largos períodos sentadas y lo hacen en mala posición. Según lo informado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 90% de las personas sufrirá de dolores lumbares durante su vida. En este sentido, la ergonomía es clave para prevenir efectos secundarios del trabajo realizado.

El principal mal hábito que adquieren los trabajadores es inclinar la columna hacia el escritorio, sobre todo hacia el teclado del computador. A esto se suma la tensión muscular que provoca el estrés laboral, que termina ejerciendo presión sobre las vértebras, ocasionando molestias leves -en un escenario positivo-, o causando desplazamientos de los huesos que componen la espina dorsal -en uno más severo-. La mala posición de los pies, la falta de apoyo en los brazos y el incorrecto ángulo de visión, también son factores de riesgo.

Para prevenir malestares y evitar futuras enfermedades crónicas, en el mercado hay una gran variedad de artículos que buscan corregir los errores que se cometen a diario. Crear un ambiente saludable significa adaptar oficinas y puestos de trabajo para generar armonía entre colaboradores, mobiliario, herramientas y máquinas, entregando bienestar y satisfacción a los usuarios.

Davis Office, una división de Davis Graphics y expertos en oficinas confortables, ofrece productos ergonómicos que ayudan a guiar la posición de la espalda, cuello, muñecas y pies, hacia un ángulo correcto, ideal para trabajar frente a un computador. Entre los accesorios que distribuyen, destacan tres artículos básicos que deben ocupar quienes laboran en una oficina: respaldo lumbar, soporte para monitor y apoyapiés.

El cojín lumbar Fellowes, ayuda a que la presión del peso del cuerpo se distribuya por distintas zonas, en vez de acumularse en determinados puntos. De esta forma, el disco intervertebral y las estructuras musculoesqueléticas no recibirán el impacto de forma focalizada, sino que se hará una repartición del mismo. Por su parte, el soporte para monitores permite tener la pantalla a una altura correcta, evitando dolencias en cuello y espalda. Mientras, el apoyapiés ayuda a mantener una postura idónea frente al escritorio, favoreciendo la circulación sanguínea y evitando la fatiga lumbar.

Según la Sociedad Chilena de Ergonomía, (Sochergo), aplicar esta disciplina en el trabajo permite entregar confort físico a las personas para proteger considerablemente su salud, además de brindar confort psicológico, cuyo resultado incide en la eficacia de sus tareas. Por el contrario, la falta de preocupación por la ergonomía puede llevar a condiciones de trabajo inseguras, funcionarios menos productivos y altas tasas de ausentismo; es decir, menos beneficios y más costos.