Dr. L. Casey Chosewood.

¿Por qué es importante preocuparse de la vida personal del trabajador?
Porque el trabajo y la vida personal están 100% conectados. No somos personas diferentes en el trabajo y en el hogar, sino que la misma en lugares diferentes. Por lo tanto, lo que nos acontece a nivel laboral puede afectar nuestra vida íntima, así como lo que nos sucede en nuestra privacidad puede influir en términos de desempeño y capacidad en nuestras labores. Por ello, el modelo “Total Worker Health” se enfoca en iniciativas que se preocupan de lo que sucede tanto dentro como fuera del lugar de trabajo.

La perspectiva de este programa es holística, ya que detecta todos los estresores que existen en el lugar de trabajo (supervisión, horarios, sueldos, beneficios de salud en caso de enfermedad, etc.) y los mejora a través de políticas gubernamentales y organizacionales. En este sentido, creo que el jefe directo es más importante para la salud del trabajador que el médico de cabecera.

¿Cuál es el límite para involucrarse?
En relación a los límites de la vida personal, creo que la privacidad es muy importante y hay que resguardarla. Por ello, estos programas con un enfoque integral necesitan efectivamente de la información del trabajador, pero esta debe ser entregada de forma voluntaria y nunca de manera obligatoria.

De todas formas, es completamente sabido que cuando los empleadores logran la confianza de los trabajadores, generando un vínculo con ellos, los empleados tienden a ceder voluntariamente más datos. No obstante, es un proceso de construcción de confianza que se debe llevar a cabo al interior de la organización. En todo caso, cabe destacar que bajo ninguna circunstancia se puede utilizar la información del trabajador para actos de discriminación o despido.

¿Cómo enfrenta este modelo temáticas como el ruido laboral?
Hay que partir de la base de que el ruido está presente tanto en el contexto laboral como extra laboral y, por lo tanto, este programa da cuenta de esos dos espacios y educa a las personas para que puedan protegerse dentro y fuera del trabajo. En este contexto, como NIOSH contamos con una aplicación para smartphones, que permite a los trabajadores medir los niveles de ruido a los que están expuestos, y así tener conciencia del riesgo que estos implican.

¿Qué pasos se deben seguir para trabajar en base a este método?
En primer lugar, es necesario que los trabajadores conversen con sus empleadores para conocer sus necesidades y desafíos. La idea es que ellos participen en el diseño del programa, ya que si son escuchados y se ven representados, van a ser parte de la solución. Por lo tanto, no es la construcción desde el trabajador, sino que la construcción con los trabajadores, y esa es la gran diferencia de este modelo en relación a otros que se enfocan en la salud laboral. Asimismo, es relevante centrarse en el entrenamiento de los supervisores, ya que, de esta forma, entenderán mejor la relación de las condiciones del trabajo con la salud de las personas y, en definitiva, la salud del colectivo.

¿Este programa se puede implementar en cualquier tipo de empresa?
Si bien se implementa mayormente en grandes compañías, en la práctica se puede aplicar a cualquier tipo de empresa, ya que lo que finalmente cambia es el diseño del trabajo, sin importar el número de trabajadores o los ingresos de la organización. El único requisito es contar con líderes que estén comprometidos con el modelo y lo entiendan; de este modo, los cambios siguientes vendrán por sí solos. Incluso, es más fácil y rápido instaurarlo en empresas pequeñas, siempre y cuando exista un dueño empoderado al que le importe el tema y tenga energía.

¿Qué resultados han obtenido hasta el momento?
Los retornos iniciales que se han logrado con las intervenciones basadas en este paradigma de integración, son una mayor felicidad en el trabajo, una menor tasa de accidentes y de enfermedades profesionales, y un mayor compromiso de los trabajadores. Esperamos que a largo plazo disminuya también la cantidad de enfermedades crónicas no transmisibles, como infartos al corazón y enfermedades cerebrovasculares.

A nivel mundial, podemos destacar casos de éxito con este modelo en Estados Unidos, Brasil, Australia y Canadá.

¿Ve aplicable este modelo en Chile?
Sí, absolutamente, ya que compartimos los mismos desafíos que Estados Unidos en relación a accidentes con resultado de muerte, y la cobertura en el sector informal del trabajo. Además, Chile cuenta con una cobertura universal de salud que permite que las empresas se enfoquen más en prevención de riesgos que en pagar la prima de salud, como sucede en otros países. Por último, creo que aquí hay bastante información al respecto; se está haciendo ruido con temas relacionados a salud ocupacional y eventos, como el Mutual Summit, con expertos nacionales e internacionales, lo cual contribuye aún más a otorgarle a este tema la importancia que amerita.