En los últimos años, se ha ampliado la gama disponible en ropa de seguridad, como se denomina a aquellas prendas de trabajo que protegen a los colaboradores ante riesgos generados por la interacción con materiales o condiciones ambientales peligrosas, evitando posibles accidentes o, en otros casos, disminuyendo sus consecuencias. En la tarea de protección al usuario, la tecnología ha jugado un importante rol al entregar soluciones efectivas con materiales desarrollados, especialmente para riesgos específicos.
Considerando los niveles de protección y confort que estos elementos proveen actualmente, la ropa de seguridad debería ser un elemento infaltable en todos los sectores industriales. No obstante, esto no siempre es así.
Guillermo Pelosso, Director General de Iturri Chile, empresa especializada en vestuario técnico y EPP, afirma que “en términos generales, en Chile hay sectores industriales que se han preocupado mucho de contar con los implementos necesarios para su trabajadores. Lamentablemente, esta preocupación nace con frecuencia luego de ocurrido un siniestro”. Según el ejecutivo, sectores como el minero, forestal y químico han demostrado una alta preocupación por este tipo de indumentaria, exigiendo materiales que entreguen mayores prestaciones, tanto en resistencia como en funcionalidad.
La expansión en el uso de ropa de seguridad, de acuerdo a lo explicado por Estrella Oyarzún, Product Manager de Ropa de Seguridad y Guantes de Garmendia, compañía especialista en elementos de protección personal, se ve reflejado en que “la importancia de cuidarse a uno mismo, ya sea en la vida personal y aún más en el trabajo, es algo de lo que se ha tomado conciencia en la sociedad”. Muestra de ello, agrega, es el hecho de que “el concepto utilizado hoy en día ha invadido el ámbito de la antigua ‘ropa de trabajo’ para pasar a considerarse como ‘ropa de seguridad’. Lo que antes era considerado sólo un uniforme, hoy es un elemento de protección personal contra diversos riesgos”.
Por su parte, Francisca Pino, Líder de Negocios de Visibilidad y Aislación de 3M Chile, valora positivamente el crecimiento de la demanda de este tipo de prendas. “Hoy es posible encontrar soluciones antiflama o productos aislantes para el frío, materiales que se adaptan a las personas que deben estar en constante movimiento”, cuenta.
Para hacer efectiva la función de prendas de seguridad, es necesario que las vestimentas elegidas respondan a los riesgos específicos de cada labor y proceso, considerando los elementos o sustancias a las que los trabajadores se verán expuestos, así como el tiempo de dicha exposición. “En el mundo de la Prevención de Riesgos, esto se conoce como ‘Detección de Peligros y Evaluación de Riesgos’, y nos permite determinar qué modelo, marca, talla y especificaciones técnicas (como tipo de filtro, telas y tejidos, entre otras) serán requeridos”, explica Rolando Galleguillos, experto en prevención de riesgos de la Mutual de Seguridad CChC.
A modo de ejemplo, en el caso de vestimenta de visibilidad, Francisca Pino explica que, tras definir los riesgos que enfrentarán los trabajadores, es muy importante conocer quién usará la ropa, si estarán expuestos a maquinaria y la velocidad en que transitarán por el lugar de trabajo. “Junto con ello, es fundamental precisar si las jornadas serán de día o noche y las condiciones ambientales posibles, como neblina, lluvia, nieve u otros”, acota.
Evolución de la ropa de seguridad
Las prendas de seguridad disponibles en el mercado nacional, son producto de una evolución sostenida, en la que cada vez es más común la utilización de materiales resistentes a altas temperaturas, como también aquellos que protegen cuando el termómetro marca grados bajo cero. A estos desarrollos, se suman telas respirables y otras de gran resistencia a impactos de objetos, destinados a proteger la integridad física de quien las utiliza.
Según Galleguillos, este concepto puede definirse como “aplicación de la ergonomía”, tema que hace algunos años sólo se veía reflejado en la relación entre maquinaria y su operador. El ejecutivo agrega que la tecnología es clave como motor evolutivo. “En poco tiempo, nos encontraremos con materiales más durables, y formas más ergonómicas, entre otras características, lo que en definitiva van instaurando un estilo. La ergonomía aplicada a este concepto es un campo amplio donde explorar”, comenta.
De acuerdo a Pelosso, el proceso evolutivo de las prendas de seguridad continuará “dirigiéndose a ofrecer mayores niveles de protección, y a la vez, mayores niveles de confortabilidad, lo que es un desafío permanente, que puede ir ligado a un incremento del costo debido a la tecnología involucrada, pero que a medida que los productos se hacen masivos, tenderán a reducir su precio”.
Asimismo, el profesional de la Mutual de Seguridad considera otra arista: “Hoy en día podemos observar que las vestimentas de trabajo y seguridad tienden a dejar de lado lo que antes podíamos llamar ‘tosco’. Incluso en algunos casos esas prendas pueden ser usadas después de las jornadas laborales, por ejemplo zapatos deportivos de seguridad, o poleras marga corta y larga con filtros solares, lo que incluso puede aportar a la identificación con la institución”, destaca.
El marco regulatorio
Parte fundamental en el posicionamiento y utilización de ropas de seguridad dentro de la industria nacional, han sido las normativas actuales que abordan la materia, reglamentos que entregan el marco necesario para el resguardo de los trabajadores. En este sentido, el DS N° 594 del Ministerio de Salud, sobre condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo, aborda la utilización de elementos de seguridad para el personal, que incluye el uso de vestimentas de seguridad.
Para Rolando Galleguillos, de la Mutual de Seguridad, la normativa “es clara, porque indica qué deben hacer el empleador y el trabajador al respecto, y menciona además los requisitos que deben cumplir los elementos de protección, ya sean de procedencia nacional o extranjera. También se indica que deben ser mantenidos en perfecto estado de funcionamiento (Artículos 53-54, DS N° 594 Ley 16.744).
En términos de una normativa específica, el Instituto Nacional de Normalización (INN) desarrolló y aprobó hace dos años la NCh 3254-2011, norma referente a indumentaria para protección contra elementos químicos y prendas de visibilidad. “Lo que hace esta norma es establecer requisitos y métodos de ensayo para ropa de protección de alta visibilidad de forma transversal, entregando un contexto general, por lo que finalmente el fabricante o el comprador deben dar la pertinencia de su uso”, señala Pablo Aros, Coordinador de Normas de INN.
Es así como normativas y tecnologías se han conjugado para conseguir productivos de gran funcionalidad; y lo más importante de todo, es que son productos pensados para que el trabajador realice con normalidad sus tareas, ya que siempre el mejor elemento de protección personal será el que se utilice correctamente.
