Los sistemas de protección contra incendios pueden encontrarse un tiempo prolongado sin operar. En muchos casos, el agua en los sistemas de rociadores puede permanecer años sin desplazarse; las válvulas del sistema sin moverse, y los gabinetes de manguera sin ser abiertos. Por esta razón, la mantención de los sistemas juega un rol fundamental, ya que estos siempre deben estar disponibles para operar en caso de un siniestro.

Solo se podrá asegurar una alta confiabilidad y disponibilidad de los sistemas contra incendios (húmedos, secos, entre otros) mediante una inspección minuciosa, la realización de pruebas y la aplicación de programas de mantenimiento (bajo requerimientos de estándares reconocidos). De esta manera, se asegura que todo el sistema operará correctamente durante una emergencia y permitirá limitar el alcance de las pérdidas. Un programa de inspección débil, deja vulnerable la propiedad o edificación protegida.

En este ámbito, varios códigos NFPA proveen buenas referencias y lineamientos técnicos, destacando el código “NFPA 25 Standard for the Inspection, Testing, and Maintenance of Water-Based Fire Protection Systems”. También los códigos NFPA específicos de diseño de otros sistemas contra incendio (CO2, aerosoles, agentes limpios, entre otros) poseen requerimientos de mantención particulares, en conjunto con los requerimientos de los fabricantes.

Las inspecciones, pruebas y mantenimientos requeridos por estos sistemas deben llevarse a cabo por personal entrenado y con experiencia, debido a que el equipamiento para las pruebas y los procedimientos de mantención e inspección son exclusivos para los sistemas contra incendio.

La documentación previa y posterior a la realización de estas actividades es fundamental, ya que permite generar y mantener la trazabilidad de estos sistemas. Los datos recopilados de las pruebas realizadas permitirán conocer la “salud actual” del sistema y comparar el rendimiento entre un año y otro.

Diferentes factores influyen en la mantenibilidad y confiabilidad de los sistemas contra incendios, siendo los más influyentes la permanencia estática del mismo y el medioambiente en el que se encuentran instalados.

Por ejemplo, la instalación de equipamiento a la intemperie, sin protección mecánica y sin supervisión, produce problemas al momento de la operación y, en algunos casos, puede producir el bloqueo mecánico de los equipos, debido a la oxidación de componentes móviles o al crecimiento de malezas y árboles. De igual modo, la corrosión en el interior de las cañerías afecta de manera directa el rendimiento hidráulico, generando un aumento en el factor de fricción y una disminución en el diámetro interno.

Vibraciones excesivas en la soportación de los sistemas pueden generar roturas de sellos y, por lo tanto, fugas de agua. Otro problema consiste en la exposición de las cañerías con agua a temperaturas inferiores a 0ºC.

Los sistemas de rociadores tienen un excepcional registro de éxito en control o extinción de incendios. En los raros casos de falla, la mayoría de estos se atribuye al cierre de las válvulas de control (53% de los casos) o al mantenimiento precario (15% de los casos). Esto se debe a que, luego de la verificación de las válvulas de control, estas muchas veces quedan cerradas y sin supervisión, por lo que el flujo de agua no puede ser descargado a través de los equipos de descarga.

Otro caso de error común durante la mantención se provoca en el sistema de bombeo, cuando se selecciona el arranque manual de las bombas en los controladores. Una vez finalizada la mantención, los controladores no son normalizados para arranque automático de bombas, impidiendo el funcionamiento automático en caso de incendio. Ahora bien, el error más común se relaciona con los paneles de alarma y supervisión del sistema, los que ante cualquier anomalía -como por ejemplo, una válvula cerrada- producen una señal de aviso al personal a cargo. La mayoría de las veces estas señales son ignoradas y/o reiniciadas por el personal, debido al desconocimiento técnico o a la poca relevancia de estas señales.

Las redes de agua contra incendios poseen diferentes configuraciones y dispositivos que permiten controlar o extinguir el fuego. Todos los componentes son de vital importancia para la operación y requieren de un robusto programa de inspección, prueba y mantenimiento, para asegurar que el equipamiento del sistema de protección contra incendio opere correctamente durante la emergencia.

Este programa debe basarse y ejecutarse según normativa técnica reconocida (como NFPA 25 u otra equivalente), y debe aplicarse por personal calificado y con experiencia en redes de incendio, documentando lo realizado con objeto de mantener la trazabilidad y un control del sistema a futuro.