Cuando hablamos de prevención de emergencias, se puede observar que muchas organizaciones aún cuentan con una escasa preparación efectiva para enfrentar un incidente de este tipo. Al respecto, Felipe Rodríguez, Director General de Emercon, sostiene que “esta es una situación alarmante, porque incendios, terremotos, accidentes industriales, etc., son recurrentes en el país, pero se ha aprendido poco que las emergencias ocurren, que son reales. Y si la empresa no está correctamente preparada, las consecuencias pueden ser negativas, incluso ser el detonante del término de la compañía”, expresa el ejecutivo.
En este sentido, una correcta preparación ante una emergencia requiere cumplir con un aparataje normativo que incluya las diferentes variables que resultan en una emergencia, generando así acciones que también pueden ser vistas como una herramienta de control de pérdidas. Para ejemplificarlo, Rodríguez explica que “una empresa química –ubicada en la Región Metropolitanatuvo recientemente un incendio que dejó sus instalaciones completamente destruidas. Tenía toda su documentación en regla, pero aun así se presentó un incendio. Si dicha compañía hubiese poseído un sistema de gestión de emergencia, en el que se consideraran tanto las acciones preventivas y de respuesta (tanto internas como externas), se habrían incrementado enormemente las probabilidades de no perder en su totalidad las instalaciones ni su continuidad operativa”.
Algunas normativas, como la ISO 22320, entregan las herramientas para responder efectivamente ante un incidente de este tipo y aminorar los costos de sus posibles consecuencias. “Podemos tener asegurados los bienes de la empresa, pero si un incendio afecta la cadena de producción, el escenario puede ser nefasto, pues las consecuencias van en directa relación a la operatividad y capacidad de respuesta a los compromisos pactados con clientes”, indica el profesional.
Nomativas actuales
De acuerdo a Rodríguez, las normas actuales sobre prevención y control de incendios y emergencias entregan una línea base para enfrentar estas situaciones, y muchas organizaciones solo se quedan con ese nivel, aunque la experiencia ha dicho que no es suficiente. “Por esa razón, es importante contar con una herramienta que permita visualizar y controlar cada uno de los elementos y etapas que puede significar un incidente”, señala.
En particular, la norma ISO 22320 considera tres pilares fundamentales:
• Implementar una estructura de mando u control que defina responsables de acciones frente a alarmas tanto internas como externas (por ejemplo, dar aviso a organismos que responderán a la emergencia, como Bomberos), identifique a responsables suplentes, etc.
• Poner a disposición la información operacional de la empresa. Si la compañía maneja sustancias químicas o bodegas con gran acumulación de carga combustible (o similar), toda esta información debe ser recabada y entregada a Bomberos (o al organismo que responderá a una eventual emergencia).
• Establecer procedimientos y protocolos de colaboración y coordinación entre todos los que actuarán, como un protocolo de colaboración de Bomberos, considerando los elementos de mitigación que se requerirán para cada caso.
De esta forma, la ISO 22320 brinda un marco para actuar con mayores certezas de una correcta respuesta frente a la emergencia. “No evita que una emergencia se presente, pero se disminuirán drásticamente las consecuencias, permitiendo la operatividad. De esta forma, el modelo se trasforma en un control de pérdidas”, enfatiza el ejecutivo.
En este sentido, Emercon presta el servicio de asesoramiento en implementación de norma ISO 22320, llevando a cabo el desarrollo e implantación del plan de respuesta a emergencias, con protocolos de actualización periódica, y nivelando a la empresa a estándares certificables.
