GUANTES DE SEGURIDAD Un aporte para reducir las lesiones de manos Por Claudio Segura Luza, Especialista en Seguridad Ocupacional, Subgerencia de Desarrollo Preventivo en ACHS. Claudio Segura Luza. En la actualidad, existen tantos tipos de guantes de protección como actividades laborales, por lo que el espectro de posibilidades de protección es amplio. Sin embargo, cualquiera sea el uso, todos deben tener la capacidad de evitar el contacto directo de la piel con materiales, sustancias, energía, superficies, herramientas, etc. Las principales actividades productivas donde se encuentran los peligros que ameritan el uso de guantes de protección son los rubros de la construcción, minería, industria forestal y de la madera, industria metalmecánica, agricultura, industria química, retail, transporte, pesca, acuicultura, entre otros. En nuestro país, existe una normativa (Decreto Supremo N° 18/1982) que establece la obligación para los Elementos de Protección Personal (tanto de fabricación nacional como importados), respecto a las exigencias y requisitos de calidad que deben cumplir para ser comercializados en el país, así como los organismos encargados de acreditar el cumplimiento de los mencionados requisitos o exigencias. Antes de elegir, se recomienda revisar la normativa vigente, con el fin de garantizar la implementación de una medida eficaz. Adicionalmente a la elección y la entrega de este recurso, es fundamental instruir al usuario respecto al uso y cuidado de este EPP. En ello, el Comité Paritario de Higiene y Seguridad y el Departamento de Prevención de Riesgos, juegan un rol clave en la capacitación de los trabajadores usuarios de protección personal, y la legislación establece explícitamente la obligación que les compete respecto a la misma. De igual modo, y para garantizar la eficacia de esta medida de protección en el tiempo, es necesario establecer un proceso de revisión periódica de los guantes, con el objeto de asegurarnos que estén siempre en óptimas condiciones y cumplan su función protectora. El proveedor puede aportar información referencial, respecto a la vida útil del guante, pero esta puede ser menor dada la intensidad del uso, por lo que lo prudente es desarrollar inspecciones periódicas. En síntesis, la protección de manos es un eslabón importante en la jerarquía de controles, sobre todo porque mejora la protección contra lesiones de una de las principales herramientas de trabajo del ser humano. En virtud de esto, es fundamental realizar una rigurosa identificación del peligro y evaluación del riesgo, con el fin de entender con precisión a que se expone el trabajador, para así determinar las mejores medidas de control posibles, dentro de las que habitualmente se hace necesario el uso de guantes de protección personal. Esto nos permitirá -en caso de no poder evitar la ocurrencia de un accidente- actuar sobre sus potenciales consecuencias. |