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PELIGRO EN LAS ALTURAS
Síndrome del arnés
Por Omar Jerez, Jefe de carrera Prevención de Riesgos IP-CFT Santo Tomás, San Joaquín. ojerezo@santotomas.cl
Quedar suspendido en el aire por un arnés puede traer consecuencias serias, pasando de salvar la vida de un trabajador a ponerla en riesgo, en tan solo minutos.
Omar Jerez.

El gran riesgo del trabajo de altura es la caída a distintos niveles, y para prevenir un accidente de este tipo se emplean los arneses, como parte de un sistema “ABCD” que debe considerarse en todo momento:

A. Anclajes.
B. Sistema de unión.
C. Arnés de cuerpo entero.
D. Plan de rescate.

Si bien el arnés es -por definición- el elemento de protección idóneo para este tipo de actividad, este sistema solo retiene la caída. Es decir, al caer, el trabajador queda suspendido en el aire, pero de no mediar un rescate rápido -que se debe iniciar idealmente antes de los 6 minutos de suspensión- puede provocar consecuencias tanto o más severas que la caída misma, las que son conocidas genéricamente bajo el nombre del “síndrome del arnés”.

Relativamente poco conocido, pero potencialmente fatal, el síndrome del arnés (o trauma por suspensión) se produce cuando se conjugan dos factores: inmovilidad y suspensión. En otras palabras, esta patología se genera cuando un trabajador queda suspendido en el vacío, sujeto de la cuerda por su arnés en “posición inerte” (es decir, con las extremidades colgando en el aire). Al estar suspendido, el arnés genera un estrangulamiento en las piernas del individuo (efecto torniquete), lo que genera una disminución progresiva de la circulación sanguínea y del retorno venoso (tanto por la presión propia del arnés como por la suspensión e inmovilidad de las extremidades), por lo que el corazón dispondrá de una menor cantidad de sangre para satisfacer las necesidades de órganos críticos (cerebro, pulmones, etc.).

Entonces, a medida que disminuye el aporte de sangre a las extremidades, diferentes tejidos comienzan a fallar (tejido nervioso, fibras musculares, etc.). Una vez alcanzado el límite de funcionamiento del tejido con escasa irrigación sanguínea, este provoca una apoptosis (muerte celular programada), lo que creará agentes inflamatorios que pasarán a la sangre (que sigue estancada en las extremidades).

En este cuadro, el tiempo de aparición de la sintomatología es bastante variable, pero se estima que a los 2 minutos ya pueden aparecer algunos síntomas, tales como: entumecimiento, sensación de asfixia, dolor intenso, cianosis en manos y pies, hipotensión, taquicardia, inmovilidad, pérdida de conciencia, provocando incluso la muerte.


Consideraciones para el rescate

El rescate no debería realizarse más allá de los 20 minutos (idealmente en posición horizontal), ya que posteriormente se puede producir la muerte en el lugar o post-rescate. Esto es, la muerte debido al retorno repentino de la circulación que puede trasladar las células muertas (toxinas) a tejidos críticos (cerebro, corazón, pulmones), pero también por el retorno brusco de la circulación que genera una sobrecarga significativa en el ventrículo derecho por el gran volumen de sangre que ingresa.

Por tanto, se recomienda que en el momento del rescate, si la persona está consciente, ponerla en cuclillas, semisentada o agachada. En cambio, si se encuentra inconsciente, debe ubicarse en la posición de seguridad o fetal para restablecer lentamente el retorno venoso. Si el afectado se ubica de forma horizontal o con las piernas en altura (posición antishock), es probable que aumente bruscamente el retorno venoso y se genere una sobrecarga importante al ventrículo derecho, la que será más perjudicial.


Recomendaciones

Es muy importante que las empresas consideren acciones previas a los trabajos de altura. Las recomendaciones se pueden dividir en:

Medidas generales:

Hacer divulgación de la gravedad del síndrome.

Recalcar que el trabajador accidentado puede morir en menos de 10 minutos.

Formar y capacitar a los trabajadores en técnicas de rescate vertical.

Mantener contacto permanente con los servicios externos de ayuda (ambulancia, Bomberos, Carabineros).

Medidas individuales:

Elegir un arnés integral anti caídas, adecuado a la talla del trabajador y asegurar que se lleva bien ajustado.

Evitar un arnés de un solo punto de anclaje dorsal sin disponer de otros medios de prevención (por ejemplo una cinta anti-trauma -que ayuda a aliviar el trauma por suspensión y la incomodidad de la suspensión prolongada solo después que ocurre la caída-).

Al quedar suspendido, el trabajador debe intentar realizar movimientos para que el flujo sanguíneo no quede estancado. Si esto no es posible, mantener las rodillas dobladas, lo más recogidas posible, para retrasar síntomas.

Y muy importante: todos los trabajadores deben participar de los simulacros de rescate.
Abril 2017
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