Viviana Ireland Cortés.

¿En qué se basa la visión de Seguridad y Salud Ocupacional que se implementó en Enami?
En 2014, comenzamos a dar un giro para enfocarnos en la disminución de incidentes. Primero, nos preocupamos de garantizar la seguridad y salud de los trabajadores propios de Enami, y luego, de alrededor de 3 mil contratistas. Sin duda, ha sido un trabajo arduo, porque los recursos son escasos, pero hemos podido reforzar la visión de que siempre se puede hacer algo, en el sentido de que muchas de las medidas implementadas son de bajo costo, pero altamente efectivas.

¿Cuáles fueron los puntos que abordaron con estas medidas?
El liderazgo fue uno de los puntos que consideramos como uno de los pilares del programa. Las jefaturas deben ejercer su liderazgo, y si ellas están a cargo de la producción deben ser las responsables de que ese trabajo se haga con seguridad, preocupándose de la normativa ambiental y de que esa producción no genere efectos adversos en las comunidades vecinas.

Y el liderazgo, ¿también lo han reforzado en los operarios?
Lo hemos trabajado, generando confianza en los trabajadores, idealmente para que puedan aportar a la seguridad, realizando observaciones, y que se empoderen, manifestándose cuando una tarea no es segura, siendo ellos mismos la primera barrera ante un potencial accidente.

En este sentido, es un proceso que va avanzando. Al principio, vimos algo de reticencia entre los trabajadores frente a las nuevas exigencias; incluso los sindicatos se mostraron contrarios, considerando que estas medidas entorpecían el trabajo, pero logramos cambiar esa percepción y se tornaron verdaderos aliados en esta labor. Hoy, dentro de la compañía, se entiende que se deben cumplir ciertas normas y que estas son para proteger la vida de los trabajadores.

¿Cuál fue la tarea más compleja dentro de este plan?
Lo relacionado con generar un cambio cultural, en el sentido de instalar en la mente de los trabajadores que la seguridad es parte del trabajo bien hecho. Este concepto es doblemente importante para nuestra organización, pues somos una empresa pública que debe ser ejemplo en materia de seguridad ocupacional.

En todo caso, el cambio fue plasmado en la creación de una Gerencia de Seguridad y Sustentabilidad, detrás de la que se halla una alta gerencia que está de acuerdo en que no hay nada que justifique no tomar medidas que protejan la vida de los trabajadores, porque la seguridad es parte del negocio. Una posible detección de faenas por accidente o incumplimiento, no solo afecta la producción, sino que a cientos de familias de pequeños mineros.

¿Cómo fue el trabajo con las generaciones más antiguas dentro de Enami?
Enami se caracteriza porque muchos de sus trabajadores realizan toda su vida laboral en ella, y porque muchos de sus hijos también entran a la organización. En otras palabras, muchos de nuestros trabajadores tienen a familiares y amigos dentro de la empresa. Entonces, para abordar aquellos casos más reticentes a adoptar las medidas de Seguridad, apelamos a sensibilizar, usando mensajes del tipo “¿Cómo Ud., como jefe de turno con 30 años en la empresa, no va a cuidar la vida de uno de sus familiares o amigos?”. Esta conversación la hemos promovido en talleres de trabajo para lograr ese cambio conductual, y a las personas les hace mucho sentido.

¿Cuáles son las próximas acciones?
En 2018, tenemos que rendir cuentas al directorio del compromiso que hicimos de comparar nuestra tasa de frecuencia con la de la industria. No obstante, esto continuará desarrollándose, porque Enami ya asumió que necesitamos ser una empresa sustentable y eso significa producción con seguridad, preocupación por el medioambiente y relaciones de confianza y colaboración con las comunidades.

¿Cómo valora la experiencia de liderar esta gerencia?
La experiencia de trabajar en Enami ha sido muy enriquecedora. Es maravilloso ser parte de este grupo de personas y haber sido parte de este cambio en la visión de seguridad de la empresa. Creo que es una sensación que se replica en todo el equipo que ha sustentado las acciones de seguridad. Estamos contentos y optimistas de que en adelante se logrará reducir considerablemente los índices de accidentabilidad y de haber impulsado ese cambio.

Ver que hemos cambiado la percepción de los trabajadores da cuenta de que se logró el primer gran cambio. El paso siguiente será reforzar esas acciones, todo con el fin mayor de cuidar a las personas, que son el motor de esta organización.