La nueva institucionalidad de los Tribunales Ambientales | | | | | | A fines de 2012, entraron en vigencia en Chile los Tribunales Ambientales, institucionalidad creada por la Ley N°20.600, y que tiene como objetivos analizar y dictar sentencia referente a hechos que tengan un impacto negativo en el medioambiente. Fue así como el 28 de diciembre juraron ante el Presidente de la Corte Suprema los jueces del Segundo Tribunal Ambiental, con ubicación en Santiago, el que representa (pese a su nombre) la primera de estas nuevas instancias que se crean en el país. Para junio de 2013, se espera la puesta en marcha del Primer Tribunal Ambiental (con asiento en Antofagasta), y del Tercer Tribunal Ambiental (Valdivia), cortes que tendrán una jurisdicción delimitada a las regiones adyacentes. Al ser instancias similares a lo que son los Tribunales de Libre Competencia, estos organismos son independientes y expertos en la materia, compuestos por tres ministros titulares (dos de ellos abogados con gran experiencia en temas ambientales y uno licenciado en ciencias), además de profesionales de apoyo de los ámbitos económico y científico. De esta manera, explica Rodrigo Benítez, Jefe División Jurídica del Ministerio del Medio Ambiente, se espera contar con un órgano especializado, con ministros dedicados única y completamente a temas ambientales y que puedan reconocer y cuantificar el daño ambiental con conocimiento del tema. Según la legislación, estas cortes deberán resolver controversias medioambientales y evaluar los decretos que declaren zonas latentes o saturadas, y los decretos que fijen planes de prevención o descontaminación. Asimismo, acogerán demandas para la reparación del medioambiente y reclamos contra las resoluciones de la Superintendencia del Medio Ambiente, del Comité de Ministros, o del Director Ejecutivo del Servicio de Evaluación Ambiental, en el marco del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. A su vez, las reclamaciones deberán llegar hasta el tribunal competente a la región, las que luego entrarán en proceso de evaluación e investigación. Además, se ideó un sistema en que no fuese necesario ir al tribunal para presentar una reclamación, sino que se pudiesen presentar las demandas en el Juzgado Civil correspondiente al domicilio de la entidad o persona, las que se remiten al tribunal. Sólo en el caso de que hubiera una audiencia pública, se citaría a los involucrados al tribunal, explica Benítez. Las resoluciones: compensación ambiental En virtud de los antecedentes, los Tribunales Ambientales dictarán sentencia de acuerdo a lo que indica el Código de Procedimiento Civil, en donde además se deberán enunciar los fundamentos por los que se tomó una determinada decisión. Asimismo, las sanciones que se comenzarán a aplicar pueden ser mucho más significativas. En este aspecto, las multas pueden pasar de 15 millones de pesos a montos que pueden alcanzar los 8 millones de dólares. El tribunal sancionará en caso de daño ambiental, con lo que se obliga a reparar el daño efectuado al medioambiente, lo que tiene un valor muy alto. Reparar la contaminación producida en un lago, por ejemplo, puede costar varios millones de dólares, afirma. Asimismo, sostiene que no existirán otras instancias de acuerdo, ya que cuando se trata de un tema ambiental, la compensación por el daño causado debe ser ambiental. Lo que busca el sistema es que exista una solución real, agrega. Procesos breves Otra de las características de esta nueva instancia judicial, es que se espera que las causas tengan una resolución en corto tiempo. Esto, gracias a procesos breves y acotados que permitirán que, en un período aproximado de tres meses, se pueda dar cierre. No obstante, Benítez precisa que en la práctica, todo dependerá del flujo de causas que lleguen hasta el tribunal, las que sumadas al trabajo de la Superintendencia del Medio Ambiente, podría incrementar el número actual de procesos. Aun así, el abogado indica que se espera pueda haber una gran diferencia con los tribunales tradicionales, que en promedio tardaban alrededor de tres años para llegar a una resolución. | |