Por Fabiola Noman, Jefa de Carrera de Prevención de Riesgos en IP-CFT Santo Tomás sede Santiago Centro.
Fabiola Noman.
¿Ud. se ha puesto a pensar si su cuerpo es el adecuado para el trabajo que está realizando o si el trabajo es el adecuado para Ud.? Hoy en día existe un método de estudio científico llamado AFNOR, que evalúa su cuerpo en función del trabajo. El esfuerzo muscular afecta a la persona, provocando trastornos musculoesqueléticos que afectan día a día su vida, así como también fatiga y dolores múltiples, que a la larga, pueden provocar ausentismo laboral. Esto afecta la producción en las empresas, la calidad de vida de las personas que están trabajando para ellas, y también interfiere económicamente en las tasas de cotización adicional a las empresas por concepto de enfermedad laboral, con los llamados también costos directos e indirectos de una patología laboral.
La norma AFNOR de origen francés nos proporciona los límites de esfuerzo recomendados por la acción sobre los controles y herramientas en esfuerzos de las personas, mantenidos menos de siete segundos de una carga en especial.
Factores considerados y comentarios
Existen variables que considera el método, como por ejemplo, la frecuencia horaria del esfuerzo, las condiciones en el lugar de trabajo y las dimensiones antropométricas de los esfuerzos y la postura de trabajo. Como parámetros del esfuerzo, en tanto, tenemos el sentido y la dirección de la fuerza. Cuando tenemos dirección y sentido de giro del momento, solo contempla dos posiciones de volante.
Los estudios demuestran que los valores se deben corregir en función del esfuerzo si este no se ejerce dentro del volumen espacial de trabajo bueno o aceptable: si en posición de pie, el esfuerzo se ejerce con las dos manos; si en determinadas fuerzas, el asiento no tiene respaldo y con apoya-pies. En este sentido, el método AFNOR estudia las fuerzas, pero no así los giros del cuerpo humano. Su enfoque está en el estudio de las posiciones del trabajador de pie o sentado, y dentro de estas últimas evalúa, además, si hay apoyo lumbar para ejercer fuerza con los pies. Sin embargo, AFNOR no considera la jornada laboral ni los horarios de trabajo, lo que supone una importante debilidad de este método.
Por otro lado, esta norma no toma en cuenta la edad de los trabajadores, tampoco su aspecto o contextura corporal. Solo evalúa el sexo del funcionario. Integrar a la evaluación estas variables es muy importante para el diseño de los puestos de trabajo, así como también para el diseño de muebles utilizados en ambientes laborales. Es una norma fácil de usar, sin embargo no resulta ser una herramienta efectiva para el control integral de los riesgos ergonómicos.