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El Banco Mundial y Japón crearon una asociación, denominada Iniciativa para la Mejora de la Cadena de Suministro Resiliente e Inclusiva (RISE, por sus siglas en inglés), para ayudar a los países en desarrollo (EMDC) a desarrollar sus industrias de fabricación de energía limpia y minerales, la cual ha obtenido más de US$ 40 millones de contribución inicial prometida.
La asociación fue presentada el 11 de octubre durante la reunión anual del FMI y el Banco Mundial que se está celebrando en la localidad marroquí de Marakesh. Japón aportará US$ 25 millones a la iniciativa, mientras que el resto provendrá de Italia, Corea del Sur, Canadá y el Reino Unido.
"La transición energética creará un mercado de billones de dólares, con decenas de millones de puestos de trabajo a lo largo de las cadenas mundiales de valor de los minerales. Representa una oportunidad para que los EEMM desarrollen la capacidad de fabricación, impulsen el crecimiento del empleo y fortalezcan el desarrollo económico a largo plazo", indicaron desde el Banco Mundial.
El Presidente de la entidad internacional agregó que "esta asociación [RISE] ofrecerá a los países en desarrollo la promesa de un futuro más brillante, con una economía sana y un planeta habitable. Los países dispondrán de nuevas oportunidades económicas en las industrias de energías limpias y minerales; lo que se traducirá en puestos de trabajo que les ayudarán a construir una vida mejor para ellos y sus familias”.
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