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A pesar de las últimas lluvias registradas en la zona central del país, la crisis hídrica no ha desaparecido. Por ello, Aguas Andinas ha implementado una serie de iniciativas que evidencian su compromiso con el desarrollo sostenible y la seguridad hídrica de la ciudad.
Solo en 2021, la compañía invirtió $154.239 millones en obras y nueva infraestructura sanitaria para convertir a Santiago en una ciudad más resiliente y preparada frente a los efectos del cambio climático, mientras que durante los 6 primeros meses de este año ese monto bordeó $51.613 millones.
Una de ellas es la nueva Planta Padre Hurtado, ubicada en La Reina, uno de los sistemas productivos más importantes de la ciudad, que robustecerá el suministro de agua potable para más de un millón de personas de seis comunas del sector oriente: Ñuñoa, Providencia, Las Condes, La Reina, Lo Barnechea y Vitacura.
Así, con 97% de avance en sus obras, el proyecto casi duplicará el caudal máximo de producción de los actuales 1.300 litros por segundo a 2.300 litros por segundo. Actualmente, la nueva planta se encuentra en fase de pruebas y puesta en operación, esperando que su inauguración se lleve a cabo en el último trimestre de 2022.
La Gerenta General de Aguas Andinas, Marta Colet, destacó: “Estamos incorporando significativos cambios en su diseño original, modernizando la planta con tecnología de punta para asegurar una producción de agua potable cada vez más eficiente y segura en un escenario de profunda escasez hídrica como el que vive la Región Metropolitana. La nueva planta Padre Hurtado nos aportará más resiliencia y reforzará el suministro de agua potable frente a eventos de turbiedad extrema u otra situación que altere la condición normal del río Mapocho”.
Este proyecto contempla tecnología de punta con una nueva línea de tratamiento que considera predecantadores, floculadores mecánicos, decantadores y nuevas baterías de filtros, un nuevo desarenador, telecontrol, automatización de procesos, gestión centralizada, lavado de filtros automático y producción de cloro a partir de sal.
La compañía también ha trabajado coordinadamente con municipios, regantes y otros actores. Un avance clave fue el histórico acuerdo de colaboración entre Aguas Andinas y las Asociaciones de Regantes de la Primera Sección del río Maipo, que aportó 24% del agua requerida por la ciudad y aseguró el suministro en la temporada primavera-verano, donde hay una mayor demanda de agua potable.
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