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Iberdrola ha iniciado la puesta en marcha de dos nuevas plantas fotovoltaicas en la comunidad autónoma de Extremadura, en España. Estas instalaciones, denominadas Majada Alta y San Antonio, están situadas en la localidad cacereña de Cedillo y tienen una capacidad conjunta de 100 megavatios (MW), suficiente para abastecer de energía limpia a 45.000 hogares.
Las nuevas instalaciones tendrán unos 250.000 paneles solares que producirán 156.000 MWh de electricidad al año. Una cantidad que habría requerido más de 26 millones de m3 de gas, para ser generada por un ciclo combinado.
Dicho esto, las nuevas plantas fotovoltaicas de Iberdrola evitarán la emisión a la atmósfera de 28.000 toneladas de CO2 al año. Además, su construcción ha supuesto la creación de más de 300 empleos locales.
Cabe destacar que Iberdrola ya posee otras veinte instalaciones de energía renovable en Extremadura, donde dispone actualmente de 3.867 MW de potencia verde instalada.
Para evitar el uso de grandes extensiones de terreno, la empresa ha instalado una subestación encapsulada de sólo 300 m2, frente a los 10.000 m2 de terreno que suelen requerir este tipo de infraestructuras.
Extremadura es una de las regiones más ricas de Europa en recursos naturales y un lugar clave para el desarrollo de la energía solar. Por ello, esta comunidad se ha convertido en la principal apuesta de Iberdrola para impulsar las energías renovables en España.
El plan de inversiones de la compañía prevé la instalación total de 10.000 nuevos MW en el país ibérico, al llegar al año 2030. |
