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Un reciente estudio del Instituto de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible de la Universidad de Tsinghua, en China, reveló que el país ha invertido US$11.400 millones en proyectos de energía renovable, entre enero y julio de 2022. Esto marca un crecimiento de 304% en inversiones de este tipo, respecto al mismo periodo del año 2021.
A finales de julio, la capacidad total instalada de generación de energía de China era de unos 2.460 millones de kW, un aumento del 8 % respecto a doce meses atrás.
En ese contexto, la empresa Sinopec (China Petroleum & Chemical Corporation) planea producir 20.000 toneladas de hidrógeno verde al año, una vez que se instale su planta de producción, mientras que la reducción prevista de las emisiones de CO2 es de unas 485.000 toneladas al año.
La construcción de la planta de Sinopec, situada en la región noroccidental de Xinjiang, costará unos US$470 millones y los paneles solares ocuparán una superficie de más de 630 hectáreas.
Esta compañía energética estatal anunció anteriormente que el proyecto abarcaría todo el proceso de producción y utilización de hidrógeno verde, desde la generación de energía solar, la transformación, la producción electrolítica, el almacenamiento y el transporte.
La instalación incluirá la planta de energía solar de 300 MW, una planta de producción de hidrógeno por electrólisis del agua, tanques de almacenamiento de hidrógeno y una tubería de hidrógeno.
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