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Durante el último Diálogo ACEN, que contó con diferentes expositores de la industria energética, se abordaron las posibilidades y desafíos que afronta la electromovilidad en Chile.
Del total de la energía que se consume en Chile, la segunda industria que más demanda energía es el transporte con un 37%, donde el 81% corresponde a transporte terrestre responsable del 25% del total de los gases de efecto invernadero en el país en un año. La tendencia mundial se centra en detener el cambio climático y es así como Chile se ha comprometido con alcanzar la carbono neutralidad para el 2050.
El 13 de febrero de 2021, se promulgó la ley sobre eficiencia energética, con la cual se espera abrir un espacio real para el desarrollo de la electromovilidad.
Según Daniela Soler, Jefa de la Unidad de Transporte Eficiente del Ministerio de Energía, la incorporación de los vehículos eléctricos muestra una progresión interesante: “Hoy día tenemos más de 3.000 vehículos eléctricos circulando: camiones, buses, vehículos híbridos enchufables y vehículos puros eléctricos, y cerca de 350 cargadores de acceso público, concentrados en la Región Metropolitana, pero sí hay 1 cargador al menos en cada región en Chile”.
Las metas de electromovilidad establecidas en la estrategia del Gobierno apuntan a que para el 2035 el transporte público urbano y los vehículos livianos y medianos que se vendan en Chile, sean eléctricos, cero emisiones.
Por el momento, los programas se han focalizado en desarrollar la electromovilidad en flotas de alto recorrido como buses de transporte público, taxis/colectivos y flotas comerciales. Según Cristina Victoriano, Jefa de la línea de Transporte Eficiente en la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE), sería recomendable ampliar estos programas hacia los vehículos del Estado con alto recorrido como los de fiscalización y de salud.
¿Pero cuáles son los obstáculos que hoy día entrampan el desarrollo de la electromovilidad? Sebastián Luque, CEO de Enerlink y Director de ACEN, sostuvo que “en Chile falta todavía reconocer el beneficio que generan los vehículos eléctricos para la sociedad, para la salud de las personas, para el medioambiente y creo que eso no se está viendo reflejado en incentivos concretos económicos”.
En particular, Luque comentó sobre el PEC2 que si bien es beneficioso y está logrando paliar un alza que de otra forma sería importante, “está al mismo tiempo generando un desincentivo a la electromovilidad porque la electricidad va a salir más cara mientras más consumes”.
Tal y como dijo el moderador del evento, Eduardo Andrade, Secretario Ejecutivo de ACEN, en un futuro cercano tendremos una demanda que se desplazará, pero el sistema todavía no está preparado.
Todo lo que tiene que ver con inteligencia a través de software y de tecnología para la operación de los vehículos eléctricos es relevante para sortear los temas que vendrán, por ejemplo, cómo los vehículos prestan servicios a la red (entrega de servicios complementarios, actuar como baterías virtuales, desplazar horas punta, aportes de potencia a la red y ventas de energía a la red). Pese a que aún deben resolverse esos y otros temas, según los panelistas del Diálogo ACEN, la inserción de los vehículos eléctricos no parará su avance en Chile.
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