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La vicepresidenta y ministra española para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha anunciado nuevas medidas de energía en colaboración con Portugal, durante la XXXII Cumbre Hispano-Lusa, celebra en la ciudad de Trujillo (España). Asimismo, ha presentado los avances y las próximas líneas de acción en materia de reto demográfico, articuladas en la Estrategia Común de Desarrollo Transfronterizo (ECDT).
La ECDT, aprobada hace un año en Guarda (Portugal), es un documento marco para impulsar de forma conjunta la cohesión territorial y el desarrollo socioeconómico en el entorno de La Raya que establece una agenda estratégica de cooperación, con el objetivo de superar los contextos de frontera y convertir el área transfronteriza entre ambos países en un espacio central de desarrollo dentro de la península ibérica.
“Con la Estrategia Común de Desarrollo Transfronterizo pusimos nuestra mirada, y nuestra determinación política, en los más de cinco millones de personas y de 2.500 entidades locales que habitan los territorios de la frontera hispanoportuguesa y que sentían que llevaban demasiado tiempo al margen del desarrollo de sus países, en una clara situación de declive socioeconómico y demográfico”, ha manifestado la vicepresidenta.
Ribera ha señalado que contamos con un marco “muy favorable” para intensificar las acciones en la frontera a partir de los respectivos planes de recuperación de España y Portugal. “Ahora tenemos la oportunidad de impulsar proyectos que aceleren la transformación verde y digital, el crecimiento económico, la generación de empleo y la igualdad de oportunidades”, ha añadido.
Potenciar la movilidad eléctrica
En materia de Energía, España y Portugal han analizado la coyuntura de elevados precios del gas y el impacto sobre los consumidores y la economía en general, así como las vías de cooperación con vistas a la implantación del paquete europeo Fit for 55% para alcanzar los nuevos objetivos climáticos europeos y la inminente celebración de la COP26.
En la Cumbre ha tenido un papel destacado la movilidad eléctrica y el establecimiento de instrumentos de apoyo para impulsarla, junto con el desarrollo de la infraestructura de recarga de los vehículos eléctricos y de toda la cadena de valor industrial.
Así, se ha acordado una plataforma de trabajo para desarrollar un clúster ibérico del coche eléctrico. Contará con instrumentos de apoyo para fomentar proyectos industriales integrados, basados en productos y servicios innovadores. Ambos países también cooperarán en promover el refuerzo de una red de carga de vehículos eléctricos y su interoperabilidad, asegurando su despliegue en corredores viarios a ambos lados de la frontera.
Además, se creará un programa ibérico para las baterías sostenibles que contempla medidas para impulsar la minería sostenible, el refino de materias primas y sus productos; el diseño, producción y montaje de baterías de nueva generación, su reciclaje y la capacitación profesional.
Asimismo, se ha abordado el despliegue de renovables en las áreas transfronterizas –se tramitan y analizan más de 700 proyectos– y en las aguas continentales –como la eólica off shore–, al igual que el almacenamiento de energía y la industria asociada, desde las baterías para los vehículos eléctricos hasta el hidrógeno producido con energías renovables.
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