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Procesos rápidos y baratos para fabricar celdas solares orgánicas es el nuevo desarrollo en el que están trabajando investigadores del grupo especializado en Materiales Avanzados para la Producción y Almacenamiento de Energía, de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT, España). Se trata de celdas solares poliméricas que pueden imprimirse o pintarse sobre superficies planas y curvas, desde vidrios a finas películas de plástico.
El investigador José Abad y el doctorando Rodolfo López son los encargados de estos estudios sobre la viabilidad, eficiencia, estabilidad y durabilidad de estas celdas solares orgánicas. A su juicio, este trabajo abre un sinfín de posibilidades de aplicación de la energía solar fotovoltaica en todo tipo de objetos. En ese sentido, uno de los procesos que se están ensayando consiste en la impresión de las celdas a través de un aerógrafo montado en una fresadora, utilizando tintas conductoras de materiales orgánicos.
“La tecnología fotovoltaica está dominada por el silicio, que es un material más rígido. En nuestro trabajo, el elemento que recibe la luz es un material polimérico, que puede ir en disolución, en tintas, lo que facilita su fabricación”, afirma Abad. “Esto abre muchas posibilidades, puede ir en dispositivos curvados. Al ser un material más ligero, se ahorra mucho”.
Respecto a cómo es posible generar electricidad con estas celdas, Abad explica que “en cualquier dispositivo eléctrico necesitas dos electrodos. El material que estamos elaborando, al recibir la luz, genera corrientes eléctricas, al estar formado por estructuras que llamamos 'sándwich'". Aunque no es capaz de generar grandes cantidades de electricidad, la investigación va encaminada poder dotar de energía a aquellos aparatos que no necesitan una gran cantidad de electricidad para funcionar, como puede ser un refrigerador o las ventanas luminosas de distintos edificios.
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