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| Camila Henríquez, Account Manager en ITQ Latam. |
La digitalización y automatización cada vez mayor de los procesos en el rubro de la Minería la exponen de manera creciente a amenazas y ciberataques. Siendo una de las industrias más importartantes para la economía del país, sin duda, se ha transformado en un sector crítico, para el cual la ciberseguridad debe ser una prioridad constante.
“Este sector, mientras más crece, más seguridad requiere, pues su negocio no puede caer”, explica Camila Henríquez, Account Manager en ITQ Latam. “Por lo mismo, una de las principales preocupaciones del sectores que el core de su negocio se vea dañado, pues hoy en día un ataque puede no solo perjudicar un negocio, sino desbaratarlo por completo, ya sea por dinero, recursos, datos u otro activo al que afecte”.
Por ello, advierte la especialista, hay que proteger las redes industriales. “En la actualidad, cualquiera puede tomar poder sobre los procesos industriales que afecten el negocio, la maquinaria, etc.”.
En el caso puntual de la Minería, las principales zonas de peligro están en la red corporativa e internet, además de las tecnologías, servicio y dispositivos de terceros y en el factor humano. Aquí no solo la producción de una faena está en juego, también lo está la seguridad física de las personas que trabajan en ella.
Por ello, es vital para el sector poner atención en la segmentación de redes, ya que hay redes de usuarios, de contratistas, de proveedores u otras, a las que si no se tiene la protección necesaria, cualquiera puede entrar y ponerla en riesgo. “Nada está 100% controlado, por eso son indispensables los mayores resguardos posibles en todos los procesos del negocio, tanto en su infraestructura, como en su data”, afirma la Account Manager.
Asimismo, la ciberseguridad para este sector también debe resguardar la privacidad de los datos y mantener la confidencialidad de las acciones y estrategias que emprende.
En ese escenario, “ITQ Latam no solo debe entregar la tecnología y el conocimiento necesarios para satisfacer las demandas y requerimientos de sus clientes y que estén siempre a la vanguardia; también debe acompañarlos de manera permanente y demostrar que es el mejor partner estratégico. Aquí, los valores de confianza, calidad y flexibilidad son la clave para atender y representar a cada cliente de la forma más eficiente y óptima”, asegura Camila Henríquez.
Así, el mayor desafío es estar siempre al día y actualizarse para entregar lo mejor al cliente. “Tenemos que ser ricos en información, estudiar, saber qué ocurre en el mercado y cómo las decisiones políticas afectan la industria; siempre tener un plan B, así como el respaldo de las marcas, pues las grandes empresas no son novatas, los clientes saben de tecnología y se informan cada vez más”, concluye la Account Manager.
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