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El cierre de múltiples fábricas chinas ha provocado cortes en la cadena de suministro y amenaza con el desabastecimiento de piezas y repuestos para muchos países que han impulsado las energías renovables, al punto que muchos expertos creen que la propagación del Covid-19 disminuya la tasa de crecimiento de la energía solar por primera vez desde la década de 1980.
Ya hay casos concretos al respecto: este lunes, dos de los principales fabricantes de paneles solares que abastecen al mercado de servicios públicos de los Estados Unidos, JinkoSolar Holding Co. y Canadian Solar Inc., vieron desplomarse el valor de las acciones. Otro antecedente a tener consideración: la empresa de investigación Bloomberg New Energy Finance redujo a entre 108 y 143 gigavatios la capacidad de generación solar global desde un 121 y 152 gigavatios proyectada antes de la irrupción de este coronavirus.
Se teme que la interrupción en el suministro sea sólo una consecuencia de la crisis global. El nuevo informe predice que a medida que los formuladores de políticas y las empresas se centren en paquetes de estímulos a corto plazo para ayudar a la economía, las inversiones y la planificación de infraestructura energética serán postergadas pues no son prioritarias en momentos de crisis.
Según el análisis de Bloomberg, estas tendencias ralentizarán la demanda de baterías y darán como resultado retornos inferiores a los esperados de las inversiones en energía eólica.
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