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Aun cuando el sistema energético alemán es uno de los más eficientes de Europa, la Agencia Internacional de Energía (AIE), organismo asesor de la OCDE en la materia, emitió un informe en el que criticó la desigualdad territorial y dificultades para seguir reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, elementos que conjuran el deseo de Alemania de conseguir la carbono-neutralidad para 2050, por lo que pidió la adopción de medidas aún más radicales a efectos de apurar la transición.
“A pesar del progreso en la reducción de las emisiones generales, Alemania está luchando por cumplir sus objetivos de reducción de emisiones a corto plazo, en gran parte debido al progreso desigual en todos los sectores. Enfrenta desafíos notables en transporte y calefacción. Ahora, el gobierno debe reenfocar sus esfuerzos para lograr reducciones de emisiones más fuertes en los sectores rezagados. Un plan de acción climática recientemente adoptado, que incluye un precio del carbono en los sectores de transporte y calefacción, representa un paso importante en la dirección correcta”, señaló el informe de AIE.
“Alemania ha mantenido un alto grado de seguridad en el suministro de petróleo, gas natural y electricidad. Las eliminaciones planificadas de la energía nuclear y del carbón están destinadas a aumentar la dependencia del país del gas natural, lo que hace cada vez más importante continuar los esfuerzos para diversificar las opciones de suministro de gas, incluso a través de las importaciones de gas natural licuado”, agregó.
La observación más crítica del informe tuvo relación con las posibilidades reales de Alemania de cumplir sus objetivos de reducción de emisiones a corto plazo. Esto porque “el crecimiento en la generación de electricidad a partir de energías renovables ha reducido las emisiones, pero la eliminación nuclear y las mayores exportaciones de electricidad han compensado algunos de los beneficios de las emisiones. Dicho esto, la eliminación planificada del carbón por parte del gobierno podría ayudar a restablecer el camino hacia el logro de sus objetivos de emisiones a más largo plazo en el sector eléctrico”, indicó el texto.
La Agencia Internacional de Energía refirió a una dificultad específica: la desigualdad territorial, ya que “la mayor parte de la capacidad eólica se encuentra en el norte de Alemania, mientras que la mayor parte de la demanda proviene de áreas metropolitanas e industriales en el sur y oeste del país. Debido a la mayor generación de energía eólica y solar, las restricciones de la red que impiden la transmisión del norte al sur, los retrasos en la expansión de la red y el hecho de que Alemania solo tiene una zona de licitación, los estados del norte enfrentan excedentes de energía y los del sur están experimentando déficits, un desequilibrio que empeorará cuando se cierren las últimas plantas comerciales de energía nuclear del país en el sur y noroeste y el viento entre en funcionamiento en el norte”, .
“Las conexiones para transportar energía eólica del norte al sur son insuficientes. La oposición pública a las líneas de transmisión de alto voltaje norte-sur ha frenado considerablemente la construcción de nuevas líneas aéreas y finalmente ha forzado la construcción subterránea de interconectores más costosa; La oposición pública sigue siendo un impedimento para la ubicación de la infraestructura necesaria. Los retrasos en la expansión de la red experimentados hasta ahora han generado costos de gestión de congestión significativos. Como tal, la expansión de la red es una prioridad establecida para el gobierno”, agregó el informe.
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