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En 2012 todavía se hablaba de Hidroaysén, y muchos de los detractores del proyecto proponían impulsar las energías renovables para evitar la destrucción de la Patagonia chilena con la materialización de un megaproyecto conformado por cinco megacentrales hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua, Región de Aysén.
Los opositores al proyecto (de la por entonces Endesa y Colbún) sostenían que sería un elefante blanco que tardaría casi 20 años en ser construido, plazo en el que las nuevas energías habrían avanzado lo suficiente en términos de eficiencia. Lo que estaban a favor de Hidroaysén señalaban que las energías renovables jamás serían lo suficientemente eficientes para reemplazar el aporte energético de las enormes centrales de represa. Los costos serían tan altos que sería imposible que pudiesen competir con las tradicionales formas de generación.
Pasados los años el panorama se ha invertido completamente: hoy las energías renovables se han desarrollado de tal modo en Chile que ya hay expertos que aconsejan dejar de motejarlas como “No Convencionales”. Entre 2012 y 2017, en virtud de políticas públicas decididas impulsadas en la última década, las renovables han incrementado su participación en 5 veces, pasando de una potencia instalada de 952 MW a 4.895 MW. El mayor aporte proviene de plantas eólicas y solares fotovoltaicas que, en conjunto, aportan el 19,3% de la capacidad total instalada del país.
Esto es lo que indica un estudio de AGS Visión Inmobiliaria que identifica los proyectos que más han incrementado su presencia en las zonas rurales de Chile, durante los últimos 3 años. Interesante resulta saber que los proyectos energéticos verdes se ubican en el segundo lugar en la tabla de inversiones, sólo superados por los proyectos mineros. Sólo en los últimos tres años se aprobaron 102 proyectos de paneles fotovoltaicos sobre una superficie de 5.840 hectáreas, 8 proyectos de energía eólica sobre 1.424 hectáreas, y un proyecto de energía geotérmica, situado específicamente en la Región de Antofagasta, con una superficie de 14 hectáreas.
“Lo anterior, refleja el incremento en el ingreso de proyectos de ERNC en las áreas rurales, concentrándose entre las regiones de Antofagasta y el Maule”, destacó el estudio. Según reportes de la CNE, las plantas eólicas pasaron de 18,2 MW instalados en 2007 a 2.000 MW en la actualidad, incluyendo a los que hoy se encuentran en construcción. El caso de los fotovoltaicos no es muy distinto, ya que en 2012 había 1 MW instalado, pasando a los 2.400 MW que tenemos hoy en día.
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