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Pese a la negativa del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a creer en el cambio climático de origen antropogénico, y pese a la irrupción de sectores que al interior del Partido Republicano simplemente creen que todo es una mentira orquestada desde China, lo cierto es que las inversiones por energías renovables en la potencia americana creció el año recién pasado un 28% con respecto a 2018, anotando una inversión neta de US$55.000 millones, monto que supera a la invertida por Europa, aunque es inferior a la efectuada por China.
Según Bloomberg, un impulso importante fue la política de créditos fiscales federales que se rebajarán este año. “Destaca que en el tercer año de la presidencia de Trump, que no ha sido particularmente partidario de las energías renovables, la inversión en energía limpia de EE.UU. estableció un nuevo récord por lejos”, señaló Ethan Zindler, jefe para América de BNEF.
De todos modos, y corresponde con un país de su magnitud, Estados Unidos constituye una parte importante de la torta correspondiente a la inversión total a nivel global, que fue de US$282.200 millones el año pasado, un 1% más que en 2018. Aunque Bloomberg se apura en aclarar en el aumento porcentual es modesto, este crecimiento supone la inyección de 180 gigavatios al sistema eléctrico, lo que representa el 13%.
China sigue estando en el primer lugar, aunque las inversiones cayeron un 8% al totalizar US$83.400 millones, la más baja desde 2013. Las inversiones europeas en energía renovable también disminuyeron, esta vez un 7%, situándose en US$54.300 millones.
Brasil, que también tiene un presidente escéptico respecto al clima en Jair Bolsonaro, impulsó las inversiones en un 74% a US$6.500 millones.
La cifra principal, vista como un indicador de progreso en la lucha climática global, se mantiene por debajo de su máximo de 2017 de US$ 315.000 millones. Así y todo, ese récord histórico sigue siendo insuficiente para mitigar los efectos del cambio climático, según la comunidad científica internacional.
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