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En tierra derecha se encontraría la licitación del Instituto Chileno de Tecnologías Limpias (ITL), una institución cuyo objetivo sería el desarrollo de la investigación, desarrollo e innovación científica y productiva en un sector donde Chile, merced a sus características geográficas y posesiones minerales, podría constituirse en un gran generador de conocimiento, soluciones tecnológicas para la producción de energía o la electromovilidad.
Producto del estallido social de octubre, el cronograma sufrió retrasos, pero Corfo, el organismo que impulsa esta iniciativa, informó que las postulaciones se extendieron hasta el 31 de marzo y la adjudicación del proyecto se fijó para el 15 de mayo de 2020, según informó El Diario Financiero. El proceso consta de tres etapas: solicitud de información, presentación de propuestas y adjudicación.
A la fecha ya habría tres consorcios interesados en participar del proceso, comentó el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas: ASDIT, entidad que reúne 11 universidades, la Fundación Alta Ley y AIA; Fundación Chile en conjunto con el Centro Aeroespacial Alemán y, por último, Fraunhofer Chile Research junto a Csiro Chile. Se estima que el instituto será constituido un año después de la adjudicación.
La iniciativa contará con un presupuesto de 193 millones de dólares para ser ejecutado en diez años, recursos provenientes del acuerdo entre Corfo y SQM Salar. El centro de estudio se instalará en la Región de Antofagasta. “Miramos la zona norte como una fuente de energía muy importante, podemos ser muy competitivos en industrias que demandan mucha energía porque la podemos producir a bajo costo, como la del hidrógeno con la electromovilidad. El litio es un sector sensible del país y queremos avanzar en la cadena de valor con más innovación y tecnología”, afirmó Terrazas.
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