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El flamante Secretario de Energía de los Estados Unidos, Dan Brouillete, aseguró que “el carbón tiene un futuro brillante”, anunciando el apoyo a este tipo de fuente energética cuyos costos han incidido en el cierre de varias minas de carbón durante la actual administración de Donald Trump, superando incluso en número a las que se cerraron durante la administración de Barack Obama.
Aún así, y lejos de imponer límites a las emisiones, el gobierno del empresario inmobiliario parece decidido a desmontar las iniciativas tendientes a disminuirlas, como aquellas que han sido adoptadas por el Estado de California.
Brouillete fue vicepresidente de Ford y también ocupó cargos de responsabilidad en la industria minera y energética del estado de Luisiana. Es partidario de las energías limpias, pero no reniega de las fósiles. En declaraciones al diario Washington Examiner, el nuevo ministro sostuvo que“lo que nos ha pedido el presidente es que estudiemos nuevas formas de usar el carbón”.
“El carbón tiene un futuro brillante. Hoy en día hay otros usos para ese producto en el mercado. Podemos trabajar con los residuos, con las cenizas del carbón, y extraer materiales que son críticos para la creación de baterías”, señaló el nuevo integrante del gabinete de Trump.
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