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El subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez, fue invitado a la Cumbre Climática que se desarrolla en Madrid para explicar los alcances y objetivos del modelo chileno de electromovilidad para el transporte público, una propuesta que se inserta en la estrategia nacional de descarbonización con miras a 2050.
“En septiembre pasado, en la Cumbre del Clima celebrada en Nueva York, Chile junto a 77 países se comprometieron con esa meta. Chile tomó la decisión de avanzar firmemente en la electromovilidad, lo que se está materializando a través de dos ejes: la introducción de buses eléctricos, de alto estándar, y un agresivo plan de desarrollo de Metro, Metrotren y trenes de cercanía, conocido como el programa ‘Chile sobre Rieles’”, señaló el subsecretario de Transportes.
Recordando que la iniciativa partió en 2016 con la llegada de una sola unidad, la adquisición de un centenar de buses en diciembre de 2018 marcó un hito en la renovación del sistema de transporte público en términos energéticos. De ahí en adelante, la flota de buses eléctricos suma 386 vehículos propulsados por electricidad.
“Santiago es hoy la ciudad que tiene más buses eléctricos después de las ciudades chinas. Hemos sido tremendamente agresivos. Chile es un país pionero”, indicó el Subsecretario Domínguez, quien se declaró confiado en que se supere la meta de alcanzar el 100% de la flota plenamente electrificada a 2030. “Es posible que ello se alcance antes ya que se trata de una tecnología con grandes beneficios”, explicó.
Otro hecho que incide en la transformación es la constante baja en los costos. Hoy un bus eléctrico cuesta aproximadamente US$290.000, mientras que uno diésel tiene un valor aproximado de US$190.000. Se espera que el precio se iguale en 2022. En otro plano, el subsecretario de Transportes se refirió al programa “Chile Sobre Rieles”, que planea crear 580 kilómetros de vías férreas y adquirir unos 60 trenes de aquí a 2022, para así dar servicio de Metrotrén o trenes de cercanía a ciudades como Valparaíso, Concepción, Temuco, Chillan, Rancagua y Melipilla, sin mencionar la expansión del Metro de Santiago proyectada a 2030.
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