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Representantes de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) de Brasil pidieron realizar una exhaustiva revisión de los beneficios otorgados a las personas que invierten en instalaciones de autoconsumo eléctrico, toda vez que, según comentaron esas fuentes, el beneficio estaría afectando indirectamente a los más vulnerables del país.
Según algunas voces del gobierno que preside Jair Bolsonaro, son las empresas y los consumidores residenciales de altos ingresos quienes instalan los equipos, pero que la cuenta termina siendo pagada indirectamente por todos, incluso por los más pobres, que no pueden hacer lo mismo.
Por esta razón es que se abrió hasta el 30 de diciembre una consulta pública sobre el tema. Aneel está revisando la Resolución Normativa 482/2012, publicada en 2012, que contempla una serie de incentivos para las ERNC, lo que sería muy regresivo, según las autoridades.
“Cada subsidio tiene que ser revisado cuando ya no es necesario”, dijo Leandro Caixeta Moreira, Subsecretario de Energía del Ministerio de Economía. “No todos los consumidores tienen los recursos para comprar paneles fotovoltaicos. ¿Quién está instalando los paneles hoy en día en Brasil? Grandes empresas y consumidores de altos ingresos. Aquí en Brasilia, es fácil visualizar este escenario: los paneles están en las empresas, en los órganos públicos, en el Lago Sur, Lago Norte y Parkway. ¿Quién paga? Todos los demás residentes de la ciudad, incluso las regiones más pobres”, dijo el subsecretario.
La misma normativa estableció que los subsidios serían revisados en 2019, de tal modo que nadie estaría afectando la certeza jurídica. El Presidente de la Asociación Brasileña de Generación Distribuida (ABGD), Carlos Evangelista, desmintió las afirmaciones los personeros de gobierno recordando que “estas fuentes se encuentran presentes en las poblaciones de las riberas del Amazonas, en edificios públicos, escuelas y aldeas”.
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