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Parece una idea propia de una película de ciencia ficción, pero sus impulsores insisten en que es más que factible: China, que tiene prácticamente control sobre la mitad de la generación de energías renovables en el mundo, se convertiría en líder tecnológico en cuanto ala generación de energía si prospera su plan consistente en extraer energía solar a través de una estación espacial de 200 toneladas, según informó la Academia Espacial de Tecnología China en el sexto foro de ingeniería China-Rusia.
El investigador de la institución, Wang Li, afirmó que la estación espacial de energía solar capturará los rayos que emite la estrella, esta energía sería convertida en microonda o láser y sería retransmitida al planeta de forma inalámbrica para que sea usada por los consumidores.
El proyecto, que tuvo una inversión de 200 millones de yuanes, arrancará en 2021 y se espera que concluya en 2035. De todas formas el proyecto no es nuevo, ya que este año se desarrollaron modelos experimentales en la ciudad de Chongqing. Desde esa base de 14 hectáreas se han lanzado globos capaces de recoger luz solar y transformarla en microondas que luego son reenviadas a la superficie de la Tierra.
China afirmó que si la idea llega a funcionar, lanzarán más globos diseñados para situarse en la estratosfera. Sin duda es una idea ya presente en un trabajo de los años ’60 realizado por el científico Peter Glaser, aunque la idea no es original de él: en 1941, el científico ruso Isaac Asimov planteó la posibilidad de extraer energía solar desde instalaciones situadas en el espacio.
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