El pasado viernes se inauguró el primer proyecto eólico de Iberdrola en Canarias, el parque Chimiche II, en la isla de Tenerife, España. Con una potencia de 18,3 megavatios (MW), su construcción requirió una inversión de más de 25 millones de euros y abastecerá de energía limpia a una población equivalente de 15.000 hogares, evitando la emisión de 33.000 toneladas de CO2.
El proyecto incluyó la construcción de una línea eléctrica de evacuación y una subestación eléctrica transformadora, que ha demandado el desarrollo de una compleja labor de ingeniería para desplegar la infraestructura eléctrica a través de una orografía compleja con multitud de barrancos, según explica Iberdrola y consigna www.smartgridsinfo.es
“Canarias cuenta con un alto potencial para el desarrollo de renovables: dispone de un alto recurso eólico y solar y de potencial de demanda flexible. Estas condiciones, combinadas con la reducción de costes de las tecnologías renovables entre otros factores, representa una oportunidad para plantear una aceleración de los planes de inversión en renovables en las islas”, señaló Ángeles Santamaría, consejera delegada de Iberdrola España.
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