En la mayor parte de Estados Unidos habrá que adelantar los relojes una hora el próximo domingo a las 2 de la mañana. En Nueva York, donde rige la hora de la Costa Este, la diferencia con el Meridiano de Greenwich se reducirá a cuatro horas.
No habrá cambio de horario en Hawaii, la mayor parte de Arizona, Puerto Rico, las Islas Vírgenes, Samoa Estadounidense, Guam y las Marianas del Norte.
Este cambio horario no es una nueva política aplicada por Donald Trump sino una medida que rige cada año en el país con el fin de ahorrar energía, lo que se conoce como Tiempo de Ahorro de Luz (Daylight saving time o DST).
Según el National Institute of Standards and Technology (Instituto Nacional de Estándares y Tecnología), el DST es una parte del año cuando el país adelanta el reloj una hora, cambiando la hora del día en relación a la ubicación del Sol sobre la Tierra.
En otras palabras, durante el DST la luz del día comienza una hora después en la mañana y dura una hora más en la noche. El cambio sirve para coordinar las horas de luz con las horas de mayor actividad de la gente.
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