Acerca de la generación eólica, Silva destacó que, por las condiciones de vientos existentes a lo largo del país, se vislumbra como una opción interesante. Estudios realizados por la Comisión Nacional de Energía y la Corporación de Fomento de la Producción, identifican una serie de áreas con gran potencial para este tipo de energías, principalmente la línea costera y las explanadas cercanas a la Cordillera de Los Andes, demostrado en la construcción de un parque y otros en etapa de realización.

Acerca de las ventajas climáticas y geográficas a nivel nacional, el profesional se refirió a la zona Norte, conocida por su carácter desértico. En ella se pueden potenciar las energías eólica, geotérmica y solar para abastecer al sector minero, el mayor consumidor de esta zona.

Con respecto a la zona Central, se señaló que la concentración de masa poblacional, reflejada en un 80% del total país, además de la riqueza en agricultura y viñedos, la transforman en una opción ideal para proyectos de biomasa, mini hidros y eólicos.

En la zona Sur, por ser un sector forestal, y donde las lluvias alcanzan a acumular los 1.000 mm anuales, es apropiada para la producción de biomasa, plantas hidroeléctricas, proyectos geotérmicos y aerogeneradoras.

Legislación de apoyo

Del mismo modo, la "Ley Corta de marzo de 2004", fue otro punto a tratar en el encuentro, destacando que dicha legislación mejoró las condiciones para el desarrollo de pequeñas plantas eléctricas, usuarias de recursos de energías renovables.

Asimismo, las medidas que fueron implementadas se materializaron en: exención/reducción del monto por peaje de transmisión para proyectos menores a 20 MW; acceso garantizado a la red; derecho a vender la energía al costo marginal estabilizado (precio de mercado predecible y variabilidad reducida de los costos marginales spot) y, finalmente, se hizo el requerimiento a las compañías distribuidoras para que suministren a sus clientes regulados con un mínimo de un 5% de energía proveniente de recursos renovables (si está disponible).

Como conclusiones a la jornada, se presentó la disyuntiva de por qué no se pueden reemplazar tan fácilmente los sistemas de generación actuales por las Energías Renovables No Convencionales. Si bien varias razones explican la causa, sobresalieron algunas: costos de operación muy elevados, no entregan una potencia asegurada, y la generación no es constante.

Además, en aquellos lugares donde el potencial de generación es más alto, las líneas de transmisión existentes no siempre son técnicamente factibles de interconectar, o no existe ninguna sub-estación cercana, lo que implica construir una, elevando los costos de inversión y generación. Finalmente, también se destacó el incierto retorno de inversión de este tipo de proyectos y los factores que limitan la firma de un PPA (Power Purchase Agreement) que indudablemente harían de ésta una inversión más interesante.