La potencia instalada de esta fábrica llega a cerca de los 15 MW y el mayor consumo proviene del área de los hornos, alimentada mayoritariamente por combustibles fósiles (como gas licuado y petróleo) y energía eléctrica. "Desde hace muchos años, tenemos una directriz clara respecto a cómo ser más eficientes e innovadores en esta materia, que va más allá de la coyuntura actual", afirma Zúñiga. "Por ello, dentro de nuestras metas e indicadores están siempre contemplados los consumos energéticos, para lo cual trabajamos en equipos de trabajo y con especialistas, y constantemente hemos traspasado a nuestra gente la necesidad de ser más eficientes", agrega. Con el objeto de lograr mayores rendimientos y optimizaciones en el uso de energía, a mediados del año pasado Cristalerías de Chile formó un grupo denominado "Equipo de Energía", con el objeto de analizar las ventajas y pérdidas en el ítem de consumo eléctrico. "Tuvimos muy buenos resultados, pero debimos reconocer que nuestro expertise necesitaba otra mirada", afirma. "Por tal motivo, a fines del 2006, decidimos llevar a cabo una evaluación técnica con el fin de analizar dicha situación, lo cual nos llevó a buscar una empresa capaz de ejecutar una auditoría energética". En una primera instancia, la compañía seleccionó cuatro proveedores, pero finalmente optó por contratar los servicios de esta consultora, ya que compartía su filosofía orientada a creer en las personas y trabajar junto a ellas. "Marcó una diferencia en esta materia, ya que técnicamente las propuestas eran similares, demostrando una alta preocupación por el plano humano y la interacción con las personas. AEM Energía fue capaz de apoyarnos, entender la cultura de la empresa y las personas, y comprender su lenguaje. Además, tuvo la facultad de cuestionar sin invadir. Auditar una empresa y bajar los consumos de energía es muy simple, pero hacer que eso se mantenga en el tiempo es muy difícil", sostiene. Relación directa y eficiente En el área de eficiencia energética, AEM Energía utiliza una serie de variables al desarrollar un proyecto, tales como análisis de sistemas de uso de energía y determinación de posibles mejoras; monitoreo instrumental del sistema eléctrico en uso; levantamiento del catastro de la instalación eléctrica y equipos; estudio energético de procesos productivos, tarifado y contrato eléctrico vigente; determinación de la capacidad energética contratada y sin uso; cuantificación del beneficio económico del ahorro; preestudio de demandas térmicas por calentamiento de agua, entre otras. Respecto a la metodología de trabajo, Zúñiga destaca que AEM Energía llevó a cabo una serie de mediciones -luego de efectuar entrevistas a los jefes de las áreas de mantención mecánica y eléctrica, entre otros- tras las cuales trabajó de manera coordinada con un grupo de empleados seleccionados por la misma empresa productora y que podían aportar información al auditor. "Otro aspecto relevante es que trajeron sus propios equipos y contrastaron nuestras mediciones, otorgando un aporte invaluable en cuanto a determinar que nuestras evaluaciones eran correctas y estaban en el mismo rango", señala. Destaca, además, que la consultora pudo entablar una conversación directa tanto con expertos como operarios, recopilando información, coordinándose mutuamente y logrando una capacidad de trabajo en conjunto. "La cultura organizacional es muy importante, y por tal motivo resulta primordial elegir un auditor que sea claro e incisivo al plantear los problemas, pero a la vez amigable al momento de presentar los resultados". Abriendo nuevos escenarios Otro de los aspectos claves que consideró Cristalerías de Chile, y que finalmente gatilló su elección, tuvo que ver con la exigencia hecha a AEM Energía en cuanto a cumplir el requisito de permanecer un día completo en la planta y compartir con la gente. "Era un espacio para conocerse y establecer un vínculo". El ejecutivo señala que varios puntos que fueron considerados dentro de la evaluación se transformaron en proyectos concretos, incluso muchos de los cuales no estaban previamente considerados, mientras que otros dieron paso a otras auditorías específicas que aún se continúan realizando. "Nos propusieron diversos proyectos y hemos concretado algunos de ellos hasta ahora, y en los otros AEM Energía nos entregó la posibilidad de abrir nuevos escenarios y obtener una nueva mirada". Dentro de los aspectos más relevantes que arrojó el estudio, Zúñiga destaca como primer aporte "la posibilidad de visualizar oportunidades en la optimización de recursos al observar el proceso desde otro punto de vista". "El valor de una auditoría no se basa en las oportunidades que se pueden encontrar, sino más bien en la consistencia que permite manejar la información que se ha recibido", concluye. |