El método nació en 1963 en la compañía ICI (Imperial Chemical Industries) mediante la aplicación de técnicas de análisis críticos a determinadas áreas del proceso químico. Desde entonces, la utilidad del análisis de riesgos HAZOP ha sido altamente contrastada en el diseño de plantas químicas y petroquímicas de todo el mundo. No sucede así con las instalaciones eléctricas y subestaciones de distribución, para las que, hasta la fecha, no se ha desarrollado ningún estudio. Históricamente se ha asumido que las subestaciones eléctricas y, por lo tanto, el suministro eléctrico, es confiable, seguro y de calidad. Sin embargo, con el desarrollo económico e industrial del país, a medida que la necesidad energética aumenta, las garantías y exigencias de calidad, seguridad y continuidad del suministro eléctrico son mayores. Además, los procesos se van haciendo cada vez más complejos, de forma que la integridad operacional depende ya no sólo de la continuidad del servicio sino también de la calidad del suministro eléctrico. Si consideramos una subestación eléctrica como un sistema en continuo cuya operación depende de una serie de variables que operan según unos parámetros determinados, un análisis cualitativo HAZOP puede tener cabida en este tipo de instalaciones. Tabla 1 La realización de un análisis HAZOP consiste en analizar sistemáticamente las causas y las consecuencias de las desviaciones de las variables que definen un proceso continuo a través de las llamadas "palabras guía". Las principales variables que definen la operación de una subestación eléctrica son la tensión, la intensidad, la potencia y la frecuencia, además de aquéllas otras que definen la operación de los equipos, como son presión, temperatura, etc. A su vez, las "palabras guía" que definen las desviaciones de estas variables respecto de su operación normal son "NO", "MAS", "MENOS". Para aplicar el HAZOP es necesario dividir la subestación eléctrica en nodos de estudio, para cada uno de los cuales se analizarán todas las desviaciones que afectan a las variables que definen su operación. El análisis sistemático de cada uno de estos subsistemas quedará registrado en tablas que identifiquen, en este orden, la variable de estudio, la desviación, la causa de esa desviación, la consecuencia y/o respuesta del sistema y, por último, las recomendaciones propuestas. Haga click para ampliar Tabla 2. Para comprender mejor de lo que estamos hablando, pongamos un ejemplo consistente en el análisis HAZOP de una posición de 15 KV de una subestación estándar doble barra interior convencional (ver diagrama y tablas 1 y 2). Como vemos, a partir de un análisis tan sencillo de una posición como el que acabamos de hacer ya se pueden detectar debilidades debidas a la ausencia de equipos, protecciones, mantenimiento preventivo, propuestas de diseño, etc. Diagrama Es aquí precisamente donde realmente cobra fuerza el método de análisis de riesgos HAZOP, en la etapa de diseño previa a la ejecución y puesta en marcha de la subestación. Al igual que sucede en la industria petroquímica, la aplicación de un análisis HAZOP al diseño de una subestación eléctrica permite detectar a tiempo debilidades del sistema que a la larga puedan comprometer el servicio a nivel de seguridad, calidad y disponibilidad. Por lo tanto, si valoramos la realización de un análisis HAZOP como una herramienta de trabajo complementaria a las ya existentes, sin duda el nivel de seguridad y las garantías de calidad y disponibilidad del suministro se multiplican considerablemente, más aún cuando los diseños y sistemas eléctricos, cada vez más complejos, son tan necesarios para el desarrollo económico e industrial del país. |