| | Carlos Aracena, EECOL ELECTRIC | | | | Eduardo Verdugo, KERSTING | | | | Luz Martínez, MUNICIPALIDAD DE LAS CONDES | | | | Carlos Petersen, LUMINEX | | | | Eduardo Cordero, KOLFF | | | | Ignacio Fernández, PPEE | | | | Adolfo Navia, ACTING CHILE | | | | Hugo Escobar, INELECTRO | | | | Luis Salcedo, SK ECOLOGIA | | | | Antonio Maldonado, GENERAL ELECTRIC | | | | Carlos Hornauer, EMELTA | | | | Francisco Valdés, ELEC CHILE | | | | Luis Montero, OSRAM | | | | Daniella Sadovnik, ENERBUS | | | | Iván Neueschwander, TAC COMMUNICATIONS | | | En el ámbito del alumbrado público, el Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile concluye, en un estudio elaborado en 2004, que el gasto nacional en consumo eléctrico sobrepasa los 50 mil millones de pesos, mientras que de los 1438 GWh consumidos por el sector público durante ese año, entre el 45% y 65% corresponde a iluminación pública. En este sentido, el tema se plantea en cuanto a descifrar qué medidas concretas deben tomarse en el ámbito de la eficiencia energética y qué labor cumplen los actores involucrados en este sector. Para los asistentes, el asunto pasa en primer lugar por saber establecer la diferencia entre el consumo eléctrico y el luminoso, y además aprender a ser más eficiente en materia energética. Carlos Aracena, Gerente Corporativo para Temas de Iluminación de EECOL Electric, sostiene que todavía existe bastante confusión entre las empresas respecto a la diferencia entre eficiencia y ahorro energético y, a su juicio, se preocupan más de este último concepto. "No se trata de apagar luces y dejar todo en penumbras, pues eso atenta contra la productividad laboral, sin mencionar las poco fiscalizadas normas sobre iluminación en el lugar de trabajo. Desde el punto de vista de la iluminación, la eficiencia significa contar con una selección adecuada de elementos, entre los que se cuentan fuentes de generación y equipamiento eléctrico. Otro parámetro a considerar es, por ejemplo, el diseño arquitectónico y el aporte que puede entregar la luz natural", sostuvo. Eduardo Verdugo, Gerente Area de Iluminación de Kersting, coincide en esta materia y enfatiza que "desde mediados del año pasado, existe una preocupación desmedida en los usuarios por ahorrar en iluminación, pero no por hacerla eficiente. Los proyectos están comenzando a contemplar procesos de control lumínico que aumenta los costos entre 15% y 20%, por lo que estas tecnologías deben ser utilizadas específicamente dónde y cuándo se necesite". Este tema también es de suma importancia en relación a la eficiencia, según destaca Luz Martínez, Ingeniero Civil Eléctrico del Departamento de Construcción y Aguas de la Municipalidad de Las Condes. "Como entidad, nos complica bastante este aspecto, pues muchas veces no contamos con la información o los equipos necesarios para ponerlo en práctica. Estamos utilizando celdas fotoeléctricas que nos permiten llevar a cabo la doble función de programar en forma exacta el encendido y apagado, pero a veces hay factores externos que complican el funcionamiento del sistema". Para Carlos Petersen, Gerente General de Luminex, el problema es que "los inversionistas no perciben el beneficio del ahorro mediante sistemas de control lumínico, porque están más preocupados de la inversión inicial. La idea de apagar luces y bajar los niveles de consumo, probablemente se debe a que en Chile no contamos con estándares establecidos por ley, sino más bien es voluntario". Norma y fiscalización En este aspecto, todos los participantes abogaron por la creación de normas capaces de regular de forma más eficiente la utilización de la iluminación pública e industrial, constituyendo además un referente necesario para tener un apoyo técnico en la toma de decisiones. Eduardo Cordero, Gerente General de KOLFF y Presidente de la Asociación de la Industria Eléctrica-Electrónica de Chile (AIE), indica que "falta en los proyectos aplicar una base normativa. Asimismo, al contar con estándares, el mercado crece, otorgando más eficiencia, calidad y capacidad para competir en igualdad de condiciones, logrando ahorros sustantivos. Sin embargo, los privados tenemos que participar en la fiscalización y cumplimiento de las normas. No podemos dejar todo en manos del Gobierno, ya que éste muchas veces no posee los recursos ni los conocimientos técnicos". En este aspecto, Ignacio Fernández, Jefe Sector Público del Programa País Eficiencia Energética (PPEE), señala que la norma de alumbrado público debería estar aprobada en mayo en el Congreso, después de casi dos años de elaboración. "La idea no es sólo establecer un documento, sino más bien contar con una serie de herramientas. Recientemente comenzamos a trabajar con la Universidad de Santiago (USACH) en la elaboración de un estudio que permita establecer un ente certificador de alumbrado público en Chile capaz de decidir qué elementos se deben certificar y cuánto costará. Este órgano debería estar listo en los próximos meses, y el objetivo es que ambos estén en vigencia en agosto, a fin de facilitar la labor de los municipios". Para evitar distorsiones, la norma permitirá crear un mercado más ordenado, entregando lineamientos que permitan diferenciar a proveedores certificados de aquéllos poco serios o capacitados. Esto hará posible, además, establecer sistemas de licitación únicos a fin de que los municipios se preocupen más de sus necesidades de iluminación, más que de los modelos de los equipos que requieren, a lo cual se sumará una serie de capacitaciones a nivel nacional. Trabajo conjunto Además de la norma, los asistentes claman por medidas y programas más concretos, junto a un mayor grado de concientización tanto entre usuarios, fabricantes y proveedores, ya que concuerdan en que muchas de las actuales medidas son sólo para paliar la contingencia. Para Adolfo Navia, Gerente General de Acting Chile, el punto rescatable es "la sensibilidad especial que existe hoy en el sector respecto a la eficiencia energética. Se ha dado un espacio de discusión y de generación de medidas, que espero el Gobierno y los privados no olviden cuando pase la actual contingencia". Asimismo, Carlos Petersen recuerda que "desde 1979 a la fecha, hemos pasado por dos crisis energéticas y después de ninguna de ellas se han corregido los respectivos problemas energéticos. Esperemos que tras esta crisis, cambie la situación". Tanto el representante de Gobierno como los empresarios y usuarios concuerdan en que se debe buscar una función colaborativa. En este aspecto, el Estado solicita el apoyo de las empresas y el gremio de los fabricantes aboga por la creación de una asociación gremial de proveedores a fin de crear una asociación de alumbrado público. Para Iván Neueschwander, Gerente Area Energía de TAC Communications, el tema debe ir aún más allá y plantea que resulta imprescindible que ingenieros y técnicos eléctricos sean incorporados efectivamente en la toma de decisiones. En caso contrario, afirma, la implementación de medidas adecuadas será muy lenta. "En este sentido, hay un cierto apego a marcas por tiempo de uso y a tecnologías muy antiguas, dejando de lado los atributos técnicos. Según mi experiencia, varias municipalidades han tenido una baja receptividad respecto a novedades tecnológicas que ofrecen las marcas, pero esperamos un cambio que permita generar avances en el alumbrado público". Según sostienen, aún existe cierto resquemor de parte de los usuarios a invertir en el largo plazo, pese a los ahorros que se pueden lograr con las nuevas tecnologías. En el caso de las municipalidades, son los gobiernos regionales los que entregan el dinero para financiar los proyectos y generalmente optan por aquellos equipamientos menos costosos, ya que los beneficios de ahorro van a parar directamente a los municipios. Adoptando nuevas tecnologías Según Hugo Escobar, Gerente General de Inelectro, "la inversión inicial es un problema generalizado. Nos ha costado mucho educar a los clientes respecto al uso de nuevas tecnologías, como los LEDs, con los que aún hay reticencias, porque son relativamente nuevos y poco probados en ciertas aplicaciones, como la iluminación pública o de grandes espacios". En este sentido, Carlos Aracena destaca que "ya existen módulos LED que ofrecen más de 100 lm/W en el mercado y esperamos de aquí a fin de año contar con productos que entreguen al menos 80 lm/W. Si bien aún tiene un costo bastante alto, el objetivo es educar al mercado y ejecutar proyectos de eficiencia que se rentabilicen a mediano plazo. En China, por ejemplo, ya hay carreteras iluminadas con LED y poseen luminarias sólo para alumbrado público". |