| Jorge Tolmo, SIEMENS | | | Juan Carlos Romero, SCHNEIDER ELECTRIC | | | Jaime Vera, BMV INDUSTRIAS ELECTRICAS | | | Jaime González, ROLEC | | | El concepto de salas eléctricas tipo container se ha masificado en Chile, especialmente en el sector minero. Esto, según Jorge Tolmo, Jefe de la Unidad de Propuestas División Servicios y Soluciones Industriales (I&S) de Siemens, debido a la ventaja que representa instalar en fábrica los componentes de electrónica de potencia, sistemas de control, sistemas de enfriamiento y switchgears, además de la programación, parametrización y puesta en servicio in-situ en tiempo reducido. A juicio del ejecutivo de Siemens, otra ventaja es la posibilidad de trasladarlas en función del movimiento de los puntos de extracción, es decir, una situación más práctica que tecnológica. Efectivamente, como indica Juan Carlos Romero, Jefe del Departamento Técnico de Schneider Electric, cada vez más los grandes proyectos están considerando la construcción de salas eléctricas prefabricadas, "sobre todo en el norte del país donde las distancias de los yacimientos a los centros urbanos dificulta el rápido término de las obras, llevando con ello un aumento de los costos por mano de obra y otros gastos relacionados". La demanda es tan alta en la minería que Jaime Vera, Subgerente de Ventas Equipos de Integración de BMV Industrias Eléctricas, señala que los proyectos de minería consideran en un 90% este tipo de solución. "Otras áreas de actividades como Energía e Infraestructura, y la industria pesada la están utilizando de manera creciente. Esto se explica porque los costos de construir todo en una planta de Santiago son más convenientes que construir en sitio, en condiciones muchas veces inhóspitas, altura, clima y sistema de turnos extenuantes; factores que llevan a plazos de ejecución y costos mayores". Asimismo, de acuerdo a Jaime González, Gerente de Negocios de Rolec, el concepto de salas eléctricas facilita el desarrollo de la ingeniería de detalle y su construcción al permitir un trabajo más flexible y coordinado entre la ingeniería del proyecto y el fabricante. Demanda por tecnología Utilizar equipos robustos y confiables, que aseguren una alta disponibilidad del servicio, son una tendencia en la implementación de las salas eléctricas. Eso debe estar unido, según Jaime González, a soluciones de automatización para lograr mantener y asegurar la producción, en condiciones de continuidad de servicio, protección a las personas y entorno de protección al medio ambiente. "En el suministro de una sala eléctrica se pone a prueba la capacidad de un fabricante para desarrollar ingeniería de calidad en las especialidades de diseño mecánico, sistema contra incendio, sistema de climatización, instalaciones eléctricas, proyecto y equipos de iluminación y de respaldo de energía, con la mayor inclusión de soluciones de automatización disponibles en el mercado", asegura. A juicio de Jorge Tolmo, hoy en día las salas eléctricas más utilizadas son las de tipo container, por lo que los requerimientos técnicos se han encaminado hacia dos tipos de fabricación: salas panelizadas y soldadas. En cuanto al equipamiento, el ejecutivo de Siemens señala que se privilegia la estandarización y una marca única o línea de productos, con el fin de facilitar la integración y comunicación de los equipos entre si, disminuyendo, por un lado, los costos de ingeniería, como los de repuestos y servicios asociados. "Desde el punto de vista de los servicios, los requerimientos apuntan a la instalación, parametrización y pruebas funcionales de los sistemas, por lo que se debe contar con un equipo de personal electro-mecánico y otro de ingenieros especializados en cada tipo de equipamiento a ser utilizado en el desarrollo del proyecto", aclara. Los nuevos requerimientos Cada vez más, los clientes de la industria minera demandan soluciones completamente armadas, y como señala Jaime Vera, "totalmente preaprobadas en fábrica y con asistencia de montaje, así como puesta en marcha en terreno y capacitación". Asimismo, los usuarios mineros buscan una mayor participación de los fabricantes para sugerir e incorporar tecnologías que permitan un trabajo más eficiente y seguro en su operación. Es así como según Jaime González, conceptos tales como verticalidad de solución tecnológica, automatización de maniobras de equipos eléctricos, equipos eléctricos más robustos para soportar o evitar cortocircuitos, medición de variables eléctricas en línea y su posterior envío a la sala de control de procesos para análisis de costos y mantención, son algunos de los nuevos requerimientos de los proyectos. El mercado, a juicio de Jorge Tolmo, busca cada vez más sistemas integrados, comunicados, de fácil operación y mantención, que sean del tipo modulares y escalables en el tiempo. "En este contexto, las salas eléctricas tipo container, requieren equipamiento de última tecnología con protocolos de comunicación que permitan la conectividad a todo nivel, generando una integración tanto horizontal como vertical", explica. De esta forma, los equipos utilizados poseen, en general, módulos de comunicación que permiten realizar su monitoreo, control y diagnóstico en forma remota, disminuyendo los tiempos de detención, reduciendo las pérdidas de producción y, a la vez, permitiendo la detección temprana de fallas. Según el ejecutivo de Siemens, en relación a requerimientos de proyecto o producción, los clientes han delegado la implementación de las salas eléctricas a proveedores de soluciones integrales para concentrarse en su propia actividad productiva, donde el objetivo es que estas salas eléctricas lleguen probadas en su totalidad desde fábrica, acelerando el proceso de su puesta en operación en terreno, lo que trae indudables beneficios económicos. Asimismo, de acuerdo a la opinión de Juan Carlos Romero, como requerimientos nuevos se ha incorporado los sistemas de extinción de incendios en base a FM200, sistemas de captación de polvo, tratamientos de pinturas especiales que soportan las llamas por un determinado tiempo y salas de control con vidrios a prueba de proyectiles, entre otros. Estos requerimientos que antes eran utilizados por grandes mineras, hoy en día se están comenzando a estandarizar dentro de todo el rubro minero. Proveedores a prueba La capacidad de integración es, a juicio de Jorge Tolmo, "la gran diferencia entre un proveedor y otro, sin dejar de considerar la experiencia y el equipo de ingeniería que posee, que facilitan la coordinación e implementación de mejoras o desviaciones, al momento de la adaptabilidad del diseño a la dinámica de los proyectos de hoy en día". Otro aspecto relevante, subraya, lo constituye la capacidad del proveedor de soportar y garantizar los suministros a través del tiempo. Y aunque la mayoría de los proveedores de salas eléctricas tienen sus procesos de fabricación estandarizados, en opinión de Juan Carlos Romero, "una cualidad que se debe resaltar en un proveedor es el cumplimiento de los procedimientos para garantizar un producto de calidad, además de tener un departamento de ingeniería que sea capaz de complementar los requerimientos del cliente con la realidad de la fabricación". A juicio de Jaime González, los proveedores se diferencian principalmente por su capacidad de incorporar tecnología en las soluciones, en la flexibilidad para seguir los requerimientos del cliente y por tener experiencia en el desarrollo de proyectos importantes por lo menos en los últimos 15 años. Asimismo, también importa el nivel de estudios del personal técnico, así como su grado de especialización, experiencia y capacidad técnica de los ingenieros de venta. Porque el éxito en la implementación de proyectos de salas eléctricas llave en mano es el resultado de un conjunto de factores, donde el expertise del proveedor y su rol articulador de las variables, equipos, tecnología e integración son fundamentales. |