¿De qué manera afecta el precio del dólar y el del cobre la relación entre proveedores e industria minera? H. Undurraga: Al tener las materias primas un alto costo, todas las empresas tratan de producir a su máxima capacidad permanentemente. Así, al sacar al mercado la mayor cantidad de mineral disponible -cobre, molibdeno y hierro, entre otros-, las faenas se explotan al máximo y aumenta la demanda de insumos, equipos y de personal técnico y de servicios. P. Lasota: Eso redunda en que los plazos de entrega de equipos, por ejemplo, demoran entre 30 y 40 meses, por el aumento de la demanda y la escasez de materialidades para su fabricación. Este es otro factor que mantiene alta la demanda y el precio por los commodities. Se requiere de personal altamente capacitado, lo que también es un bien escaso. Se dice que los equipos e insumos han subido de precio ¿Eso es efectivo? P. Lasota: Sí, porque las materias primas como el cobre, hierro, níquel y cromo, entre otras, han subido de precio. Sólo el cobre, en relación a cinco años atrás, subió más de cinco veces, y es un elemento crítico en la fabricación de motores eléctricos. Entonces, solamente por poner un ejemplo, un equipo que hace cuatro años costaba entre 6 y 7 millones de dólares, hoy cuesta cerca de US$15 millones. En esta industria, ¿cómo afecta el precio del dólar, específicamente? P. Lasota: Afecta principalmente en los servicios, porque muchas de las contrataciones están establecidas en tarifas-dólar, lo que significa que es necesario cambiar una mayor cantidad de dólares para pagar las remuneraciones de los trabajadores, lo que reduce las utilidades de las empresas. Y eso es lo mismo que le ha ocurrido a la agroindustria, que está muy afectada. H. Undurraga: Las empresas que tienen gran cantidad de personal están muy afectadas por el aumento de los costos; una variable amortiguada por el excelente precio del cobre, en el caso de las empresas productoras de mineral. Mientras continúe esta época de bonanza, el impacto puede ser absorbido sin mayores inconvenientes. ¿Cuántos años más estiman que se prolongará el precio del cobre al alza? P. Lasota: Un par de años más, pero nadie tiene una bola de cristal que permita proyectarlo con certeza. El cobre se mueve en la dinámica de la oferta y la demanda y, en este momento, ha aumentado la demanda de nuestro metal porque China e India han elevado sus compras a nivel internacional. Ahora, hay varios proyectos en carpeta respecto al desarrollo de productos de reemplazo del cobre, pero nadie sabe realmente cuál será su efectividad y su impacto en el mercado. En este contexto, ¿qué es lo que valoran hoy las empresas de sus proveedores? H. Undurraga: En términos de productos, que la empresa local presione a su casa matriz para que asegure dentro de su producción un espacio para satisfacer la demanda local. Particularmente, nos consideramos del mismo equipo con las empresas mineras y, en ese sentido, estamos siempre compitiendo con las demandas y con los proyectos de Africa, Perú, Australia, Colombia, etc. Porque la competencia por los equipos es a nivel mundial. P. Lasota: Las empresas mineras ven con muy buenos ojos que la eficiencia de los servicios que entregan las empresas proveedoras sea la adecuada, de manera que les permita a ellos mejorar sus niveles de rendimiento. Buscan eficiencia y reducción de costos efectivos, y el alto rendimiento de los productos y servicios. Contratan los servicios externos de grandes proveedores industriales porque se trata de empresas especialistas, cada una en su rubro, capaz de lograr en los procesos mineros la máxima eficiencia y productividad. Es lo que se denomina Mean Time Between Failures
H. Undurraga: Exactamente, que quiere decir, el tiempo medio entre paradas o fallas de un equipo, el que las compañías mineras requieran que sea el máximo posible, de manera que el equipo sea confiable. Otro indicador es el MTTR, Mean Time To Repear, que es el tiempo medio para reparar un equipo. Y ahí, lógicamente, es fundamental que ese equipo esté disponible en el mínimo tiempo posible. A las compañías de servicios las evalúan por disponibilidad de los servicios y equipos que proveen, por lo tanto, la optimización de los índices de MTBF y MTTR son fundamentales. En este mercado alcanzar los mayores índices de eficiencia económica es determinante. En este escenario, ¿cuáles son las metas a corto plazo de Aprimin? P. Lasota: La misión de Aprimin es mejorar la participación de los proveedores asociados a la cadena de valor de la industria minera. ¿Cuánto más? Todo lo que se pueda. La participación actual de nuestras 45 empresas socias es grande, del orden de los US$3.800 millones anuales, dentro de los cuales más de US$2 mil millones corresponden a servicios. A largo plazo, la meta de Aprimin es aumentar sus exportaciones, porque hoy nuestros miembros exportan muy poco. Pero las exportaciones están en franco aumento
P. Lasota: Hace unos años exportaban cerca de US$60 millones, cifra que hoy se ha elevado a los US$300 millones, pero el objetivo es llegar a los mil millones de dólares de aquí al 2010, teniendo como mercados de destino a Brasil, Argentina y Perú, e incluso más allá, a países como Estados Unidos, Canadá, Sudáfrica y Australia, especialmente en lo que se refiere a reparación de componentes. Esos son servicios de alto valor tecnológico, que es lo que buscamos que nuestros socios aporten, porque queremos que se concrete el desarrollo de un cluster minero, más allá del precio del cobre. Australia exporta cerca de US$5 mil millones en software, ingeniería y maquinaria
¿Por qué Chile no puede llegar a hacer lo mismo? |