1. Consumir menos energía Mejorar los procesos: Estudiar alternativas para realizar los mismos procesos, pero usando una tecnología de menor consumo eléctrico. Un ejemplo sería emplear un convertidor de frecuencia para controlar la velocidad de los motores, de modo que el equipo que mueve se ajuste a las necesidades de la carga. Empleo de equipos de alta eficiencia: Sin necesariamente cambiar la tecnología de los procesos, revisar si existen equipos de mayor eficiencia. Por ejemplo, instalar motores de alta eficiencia tendrá un costo mayor de inversión, pero menor en energía. Evitar pérdidas en la instalación: Es muy posible que existan pérdidas en la instalación que puedan disminuirse. Un ejemplo clásico es el dimensionamiento de los cables eléctricos. Usualmente, el diseño sólo considera la norma y las condiciones de suministro que requieren los equipos, por lo que muchas veces se calcula un alimentador que trabaja a alta temperatura y produce una gran caída de tensión, lo cual se traduce en energía que se pierde en forma de calor en los cables. Al colocar un conductor más grueso que el calculado de la forma tradicional, se obtendrá un ahorro de energía. También es importante realizar una adecuada mantención a las instalaciones, ya que por ejemplo una conexión suelta perderá energía en forma de calor, además del riesgo que ello pueda significar. Aprovechar energía liberada por el proceso: Muchos procesos liberan energía que se pierde, la cual puede ser aprovechada transformándola en energía eléctrica. Ejemplos: regenerar con motores cuando están trabajando como freno y/o emplear energías "sobrantes" del proceso, como vapor. Uso de otras fuentes de energía: Si bien es cierto no ahorraremos energía, sí podremos disminuir el valor de la factura eléctrica si usamos otras fuentes de energía, ya sea en forma directa o convirtiéndola en energía eléctrica, como sería el caso de los grupos electrógenos. La energía generada con petróleo es más costosa que la suministrada por la compañía eléctrica, por lo que en general resultará rentable en caso de emergencias o de uso en horas de punta para disminuir los cargos por potencia o demanda como se explica más adelante. Sin duda, un incentivo para el uso de estos generadores de parte de la autoridad podrá significar un uso más masivo de los generadores a petróleo, muchas veces ya existentes en las industrias. Buena gestión en la administración de la energía: Los usuarios deben estar capacitados en la gestión energética de las plantas y contar con buena asesoría, instrumentos de medición y control, para así gestionar eficientemente la energía eléctrica. De este modo, se puede usar la energía donde el balance producto/energía sea rentable. En este sentido, decisiones como no sembrar zonas donde la energía para su riego no compense el valor de la producción serán oportunas, sobre todo en el período de crisis energética en que nos encontramos. 2. Disminuir la demanda máxima En primer lugar, se debe verificar si la opción tarifaria es la más adecuada para la instalación, lo que dependerá básicamente de los hábitos de consumo. Esta opción no influirá en los cargos de energía, salvo en la tarifa domiciliaria BT1. Hay que considerar que para grandes consumidores, también es posible operar como cliente no regulado y, por lo tanto, acordar negociar directamente con las generadoras un convenio en mejores condiciones de precio. Un ítem que es común a todas las tarifas es la energía, cuyo costo unitario por Kwh es igual en todas las tarifas, excluyendo la domiciliaria BT1. Sólo existe una diferencia si es en BT o AT, siendo esta última con costo del Kwh más económica, pero el cliente asume las pérdidas del transformador, que en la práctica corresponde a la diferencia de la tarifa. Por lo tanto, la única forma de disminuir este cargo es sencillamente consumir menos energía. Otro aspecto interesante a tomar en cuenta es disminuir los cargos por demandas máximas. Si una empresa tiene un consumo mensual de 100.000 Kwh, la factura de suministro eléctrico podrá ser muy distinta dependiendo en que momento se consume. Si es el resultado de una carga de 139 Kw permanentemente conectada, el valor de la factura sería aproximadamente de $4.500.000. Sin embargo, si fuera el resultado de una carga de 5.000 Kw que se conectó durante 20 horas en el mes, el valor de la factura será del orden de $34.000.000. El cargo fijo y de energía será el mismo, la diferencia serán los cargos por demanda. Entonces, se puede implementar un control manual de la demanda, de modo de postergar la entrada de consumos con el objeto que el valor de demanda máxima, tanto en horas de punta como normales, sea lo mínimo sin alterar mayormente los procesos. El mercado ofrece equipos controladores de demanda automáticos, donde uno fija los valores máximos permitidos y actúa sobre las cargas conforme a un esquema de prioridades. Dentro de este modelo de control de demanda, se incluye la conexión de grupos electrógenos para suministrar parte de la demanda, con el objeto que la potencia tomada de la red pública disminuya. En general, los controladores automáticos incluyen la posibilidad que conforme al esquema de prioridades, en vez de desconectar carga, haga ingresar un grupo electrógeno. 3. Mejorar el factor de potencia El factor de potencia de la instalación debe ser superior a 0,93. Este valor es calculado por la compañía de distribución a partir de la medición mensual de la energía reactiva y activa, y requiere que la energía reactiva (Kvarh) no sea mayor que el 40% de la energía activa (Kwh). El cargo se elimina completamente si se disminuye el consumo de energía reactiva o bien, se agregan cargas que entreguen reactivos, como condensadores o máquinas sincrónicas. Además, existen diversos controladores de factor de potencia disponibles en el mercado nacional. |