Los firmantes del acuerdo fueron Shai Agassi, quien lidera Project Better Place (una empresa basada en California que se propone construir y operar una red global de estaciones de servicio que ofrezcan recambios de baterías para autos eléctricos); Carlos Ghosn, el ejecutivo máximo de Renault-Nissan Alliance (el cuarto mayor productor mundial de vehículos motorizados); y Ehud Olmert, Primer Ministro de Israel.

Israel ya empezó el trámite legislativo para cumplir con su compromiso dentro de esta alianza, adoptando un sistema impositivo orientado a favorecer una rápida adopción de vehículos eléctricos en el país.

Si el proyecto de ley es aprobado por el congreso israelí, como parece seguro, el impuesto a la compraventa de vehículos motorizados nuevos en ese país será de sólo 10% hasta el año 2019 para aquéllos que no tengan emisiones de C0₂, lo que se compara con el impuesto de 78% que se aplica a la adquisición de vehículos convencionales.

Project Better Place (PBP), cuyo proyecto consiguió con facilidad un total de US$200 millones en capital semilla a mediados del 2007, se comprometió a tener operativa a partir de fines del 2010 una completa red de recarga y reposición de baterías para vehículos eléctricos a lo largo y ancho de Israel (la llamada Electric Recharge Grid—ERG), en base a un modelo de negocios que imita al de los teléfonos móviles.

Junto con su nuevo auto eléctrico, el usuario podrá contratar, entre los múltiples planes de abastecimiento de energía eléctrica en baterías que ofrecerá PBP, aquel que mejor se adecúe a sus requerimientos en cuanto a kilometraje mensual.

Podrá recambiar baterías en la red de estaciones de servicio tantas veces como sea necesario, y pagará cuentas mensuales que incluirán una cuota normal más cargos adicionales aplicables cuando transite un kilometraje mayor al contemplado en su plan.

PBP asegura que el recambio de baterías no tomará más tiempo que el que toma llenar el estanque de bencina de un vehículo convencional.

Por su parte, Renault-Nissan se comprometió a producir una gama de vehículos 100% eléctricos a escala masiva de manera que estén disponibles en el mercado a partir de comienzos del 2011 en volúmenes adecuados y a precios suficientemente atractivos. Carlos Ghosn mostró el prototipo de auto eléctrico de Renault, cuya apariencia es idéntica a la de su equivalente a gasolina, y aseguró que los vehículos eléctricos de Renault y Nissan, que serán producidos en Europa, vendrán con una garantía de por vida y tendrán precios competitivos.

El utilitario Renault Kangoo, en su versión 100% eléctrica que se vende desde 2003 en Francia.

Gracias a las baterías de Litio-Ion (Li-Ion) desarrolladas por Nissan a través de una sociedad con NEC, el grupo Renault-Nissan ya tiene prototipos de vehículos eléctricos que ofrecen prestaciones comparables a automóviles a gasolina dotados de motores de 1.600cc de cilindrada.

Por el momento pueden acelerar de 0 a 100 km/hora en 13 segundos, y alcancan velocidades de hasta 110 km/hora (que es la velocidad máxima permitida en las autopistas de Israel).

Pero, incluso las avanzadas baterías Li-Ion sólo proporcionan una autonomía de hasta 100 kilómetros en tráfico urbano, y no más de 160 km en carretera.

El modelo de negocios propuesto por PBP permite resolver en cierta medida este inconveniente, puesto que se podrá cambiar de baterías con facilidad.

El FEV-II, un auto conceptual 100% eléctrico de Nissan, funciona con baterías de Litio-Ion

Este modelo de negocios también protege a los usuarios del riesgo de obsolescencia tecnológica.

Se anticipa que dentro de la próxima década estará disponible a escala comercial una nueva generación de baterías con materiales diseñados en base a nanotecnología que tendrán una densidad de carga muy superior a las Li-Ion. Pero para quienes compren vehículos eléctricos estos adelantos en materia de baterías traerán sólo ventajas, puesto que ellas serán de propiedad de PBP, que correrá con el riesgo de su obsolescencia.

PBP está desarrollando la ingeniería de detalle y los planes logísticos para su red, y está en campaña para persuadir a otros gobiernos y a otras de las grandes empresas automotrices para que se sumen a la tarea de reem-plazar el petróleo por electricidad en el transporte terrestre.

Agassi argumenta que dejar atrás la era de los vehículos a bencina o diesel, reemplazándolos por vehículos eléctricos amigables con el medioambiente, hará posibles ciudades más limpias y menos ruidosas, y será un gran aporte para detener el calentamiento global.

El Tama, el primer auto eléctrico de Nissan, comenzó a producirse en 1947

A este último respecto hace notar que los 700 millones de vehículos motorizados que ruedan por el planeta producen 2.800 millones de toneladas de C0₂ anualmente, lo que equivale al 20% del total de emisiones de C0₂ anuales que genera la humanidad.

PBP afirma que los vehículos eléctricos representan una tecnología sustentable y mucho más limpia, ya que la electricidad puede ser producida a partir de fuentes de energía renovables. De hecho, ellos se proponen producir la electricidad que necesitan para su red con plantas generadoras que utilicen el viento y la energía solar.

Además, señala que utilizar la electricidad como medio de propulsión es mucho más eficaz que el motor a combustión interna, pues no genera fricción ni calor y "ofrece un 90% de eficiencia en la transformación de electricidad en movimiento".