La lechada de cal es un fluido abrasivo que impide usar un medidor que se instale dentro de la tubería. Para este tipo de aplicaciones, se utilizan normalmente flujómetros magnéticos, que sufren el eventual desgaste de su liner y electrodos, provocando un aumento paulatino del error y, finalmente, el deterioro del equipo.Cuando esto ocurre, se producen dos fenómenos indeseables: primero, el usuario no se percata del aumento del error, lo que implica que durante un período importante de tiempo está convencido que el equipo está operando correctamente, a pesar de que el error haya aumentado; y segundo, una vez detectada su falla, el equipo debe ser reemplazado.

Para Carlos Lucero, Especialista en Instrumentación de Proceso de Siemens Chile, las ventajas de utilizar un flujómetro ultrasónico son "evidentes, pues al ser el montaje externo a la tubería, ésta no requiere ser intervenida. Normalmente, este tipo de aplicaciones requieren tuberías plásticas, principalmente HDPE, que deben ser reemplazadas cada cierto tiempo por el desgaste natural provocado por la abrasión. Pero, al utilizar tecnología ultrasónica, el cambio de los transductores a una nueva línea, sólo requiere de algunos minutos para desinstalar e instalar nuevamente los transductores y el equipo ya está listo para seguir operando".

En la medición de pulpa de cobre, se repiten las características anteriores con el agravante que estos flujos representan la producción de la compañía, por lo que se utilizan tuberías de acero revestidas interiormente con goma. En estos casos, la cantidad de sólidos en suspensión y la granulometría es sustancialmente mayor que en aplicaciones en lechada de cal, y el costo de cambiar un equipo tipo magnético es muy caro por los tiempos de detención que implica y el consiguiente impacto en la producción. "Por otro lado, el servicio es tan severo que en algunos casos, el flujómetro magnético puede terminar completamente destruido, lo que también tiene riesgos importantes en términos de seguridad para los operadores y mantenedores", indica Lucero.

Los flujómetros ultrasónicos Sitrans FUS1010 incorporan la opción estándar de trabajar con efecto Doppler en esta aplicación, así como la de trabajar con tuberías con revestimiento interior, permitiendo configurar su tipo y grosor.

"En las pruebas realizadas con el cliente, se efectuaron mediciones en la alimentación a los hidrociclones en condiciones muy extremas, debido a que el espacio disponible es muy reducido, instalando el equipo a la salida de las bombas de pulpa, después de un codo, y teniendo a cada lado molinos de bolas en operación, por lo que los ruidos eléctricos y ambientales son muy elevados. A pesar de estas duras condiciones, el equipo fue capaz de medir en forma estable", sostuvo el profesional.