| Actualmente, se clasifican dentro del grupo de las Energías Renovables no Convencionales (ERNCs) los proyectos eólicos, geotérmicos (en los cuales el calor de la tierra produce la ebullición del agua), de aprovechamiento de energía solar y de los océanos, y algunos procesos de aprovechamiento de biomasa. También adquieren esta categoría las centrales hidroeléctricas de pasada cuyo potencial de generación es inferior a 20 MW, cuya principal característica es que no requieren la construcción de embalses, producto de la utilización de tuberías de aducción que conducen el agua hacia las turbinas, devolviendo posteriormente el recurso hídrico aguas abajo de la cuenca una vez utilizado. | | | |
De acuerdo a los datos existentes en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), existe un total de 34 proyectos de ERNCs en algún proceso de calificación desde el año 2004. Estos proyectos suman una potencia de 440 MW, de la cual el 52% corresponde a generación eólica, el 44% a hidroeléctricas de pasada y el 4% a biomasa. En el caso de los proyectos de energía geotérmica, existen dos iniciativas en evaluación que corresponden sólo a exploraciones, y no se registran proyectos ni de energía solar, ni de aprovechamiento de recursos energéticos del océano. Considerando que al año 2006, la potencia instalada total del Sistema Interconectado Nacional (continental) era de 11.968 MW, la nueva capacidad propuesta por los proyectos de ERNCs representaría tan sólo el 3,7% de la capacidad instalada actual, y alrededor de 2,5% de la capacidad instalada en el mediano plazo, considerando que hay 20 proyectos convencionales en estado de calificación que originarían un aumento de potencia instalada de 4.876 MW (19% correspondiente a generación hidroeléctrica y 81% a termoeléctrica). La necesidad de cooperación para impulsar las ERNCs Si bien es cierto que existe un elevado potencial para el desarrollo de las Energías Renovables no Convencionales en el país, producto de las características geográficas de las diferentes áreas del territorio nacional (altos niveles de radiación solar en el desierto de Atacama, más de 8.000 kilómetros de costa, zonas con elevadas pendientes y recursos hídricos, la cordillera de los Andes prácticamente en todo el territorio continental), no son una alternativa de corto plazo para el desarrollo energético del país, debido a que una de las principales dificultades que enfrentan son mayores costos de producción en relación a las formas tradicionales de generación energética (hidroeléctrica termoeléctrica). De esta forma, y dado el potencial existente, resulta interesante aumentar los niveles de inversión y cooperación en investigación, transferencia tecnológica y de conocimientos entre los distintos actores involucrados (Gobierno, Empresas, Universidades y cooperación internacional), con la finalidad de aumentar el desarrollo de proyectos energéticos renovables no convencionales, y de esta forma contar con una matriz energética limpia, sustentable y lo más independiente posible. |