Identificación por medio de Radio Frecuencia (RFID) es un método para guardar y recibir datos en forma remota usando dispositivos llamados tags RFID. Estos son pequeños objetos, como por ejemplo, un disco epóxico o etiqueta adhesiva, que puede pegarse o incluirse en un producto. Los tags contienen antenas que los habilitan para recibir y responder consultas, vía radio frecuencia, desde un cabezal de lectura/escritura (transceptor). Después que llega el dato, un PLC o PC normalmente lo analiza y ejecuta el control apropiado para la aplicación. Simplemente colóquelo y RFID proveerá detección de datos en forma inalámbrica, en tiempo real, y ayudará a mejorar la producción, eliminando los errores en los procesos de fabricación. Los tags RFID tienen un número importante de ventajas sobre la antigua tecnología de códigos de barras UPC. Para comenzar, los códigos RFID son suficientemente largos para que cada tag pueda tener un código único, mientras que el código de barras UPC está limitado a un código simple para todas las instancias de un producto particular. Esto significa que podemos con RFID, por ejemplo, realizar el seguimiento del producto mientras es trasladado a distintas locaciones y cuando finalmente llegue a manos del consumidor, dado que se puede agregar al código la indicación del lugar. Además, los sistemas RFID suelen ser rápidos y seguros, así como robustos e insensibles a cualquier tipo de interferencia y variaciones extremas de temperatura, y aplicaciones están surgiendo virtualmente en todo tipo de industria. Para definir si la tecnología RFID puede utilizarse en una determinada aplicación, se utilizan los siguientes criterios: distancia, velocidad, cantidad de datos y facilidad de integración con los sistemas existentes. Tecnología Lectura/Escritura La tecnología de los códigos de barras se limita a una cierta cantidad de información contenida en el código. Cada código representa una línea de productos ítem, pero no representa un producto en particular. Esto es un inconveniente para aplicaciones industriales, por ejemplo, la fabricación de automóviles, donde habitualmente cada producto es particular. Además, el código de barras no puede leer, escribir o guardar datos. Por su parte, RFID usa la tecnología de memorias EEPROM y FRAM para leer y escribir datos sobre la portadora. Generalmente, una memoria FRAM es 10 veces más rápida que la EEPROM y es capaz de realizar también 10 veces más procesos de lectura y escritura, por lo que lo normal es que tengan una vida útil de más de 30 años. Existen tags para distintas velocidades de transmisión, pero muchas compañías están optando por seguir el estándar ISO 15693 para 13,56 MHz, y obtienen la energía para su operación desde el campo de radio frecuencia, por lo que no hay necesidad de alimentación. Crece la popularidad de RFID La popularidad del RFID aumentó de manera dramática en Junio del 2003, cuando Wal-Mart, la más grande cadena retail de EE.UU., solicitó a sus principales proveedores que colocaran tags en sus productos a partir de Enero del 2005. Una de las razones por la cual Wal-Mart empleó este esquema fue para resolver el problema del huevo y la gallina. Si el gigante del retail comenzaba a comprar los tags, esto incentivaría una baja en los precios, haciendo que su disponibilidad aumentara. Por ende, el volumen incrementaría y los precios caerían aún más. Aunque la exigencia de Wal-Mart impulsó en gran medida la popularidad de esta tecnología, no es la única razón detrás de su masificación. Muchos factores importantes llegaron al mismo tiempo. Uno es el avance en sistema RFID de ultra alta frecuencia (UHF), lo que permitió usarlos en rangos necesarios en aplicaciones de cadena de distribución, como escanear productos desde los muelles o desde el techo de grandes galpones. Asimismo, el desarrollo de sistemas de bajo costo basado en estándares abiertos, fue otro factor de esta masificación. |